El documento discute los factores que inciden en un ambiente de perversidad, incluyendo la inclinación a la maldad desde la niñez, la burla, la atracción de la violencia y la violencia como forma de vida. Proverbios reconoce el papel de la perversidad y la violencia, y advierte sobre estos temas.
2. •
• Introducción
• La maldad corre buscando a quien devorar, y no descansa pese a que encuentre. La
maldad está latente y los medios de comunicación lo saben, y dicen hay que aprovecharse.
• Si usted ve las películas que se exhiben, notará gran cantidad que tienen que ver con la
violencia. Las revistas y libros de violencia, terror y maldad son muy populares.
• Es tan angustiante el grado de maldad actual, que hay países donde la gente se encierra en
su casa como si estuviera en la cárcel, y los delincuentes, andan muy tranquilos por la
calle.
• ¿Por qué se ha llegado a este grado de maldad? ¿Cómo se puede ayudar a controlarla?
¿Qué papel juega el hogar en esta situación?
• ¿Cómo puede hablarse del pecado en ambientes donde el orgullo ya no es causa de
espanto o donde incluso se lo alaba y cultiva? ¿Cómo enseñar acerca del pecado allí
donde la detallada y amenazante lista de virtudes y vicios que Pablo propone se ha
reducido a causa de la tolerancia y la intolerancia, respectivamente?
• ¿Qué puede decir la iglesia cristiana acerca del pecado cuando ella misma ha contribuido
a la violencia? ¿Cómo? Descuidando hablar del pecado, minimizándolo.
3. • Ante tal situación, ¿en qué manera pueda ayudar el estudio de Proverbios a salir de esta
calamidad?
•
• El siguiente ejemplo nos ayudar a comprender la situación:
• En los años setenta, durante la hambruna ocurrida en Etiopía, en tiempos del emperador
Haile Selassie, hubo una oleada de generosas donaciones de parte de varios países. El
ministro de finanzas de ese país encontró que la llegada de esos donativos representaba
una buena oportunidad. El ministro aplicó un desproporcionado impuesto aduanero a las
grandes cantidades de alimentos de emergencia que personas compasivas de todo el
mundo enviaban. Las naciones donantes quedaron estupefactas y así lo manifestaron, pero
dicha protesta y asombro tomó por sorpresa a la corte imperial:
• «¿Quieren ayudar? Preguntó el ministro. Por favor, háganlo, pero deben pagar. Y [los
benefactores] preguntaron: ¿Qué quiere decir con pagar? ¡Estamos ayudando! ¿Y
encima vamos a tener que pagar? Sí, dijo el ministro, estas son las normas. ¿Acaso
quieren ayudar de una forma que no permita que nuestro imperio gane nada por ello?»
(Citado por Cornelius Plantinga Jr., El pecado, Sinopsis teológica y psicosocial, 2001.
Pág. 35)
4. • Ante tal situación, ¿en qué manera pueda ayudar el estudio de Proverbios a salir de esta
calamidad?
•
• El siguiente ejemplo nos ayudar a comprender la situación:
• En los años setenta, durante la hambruna ocurrida en Etiopía, en tiempos del emperador
Haile Selassie, hubo una oleada de generosas donaciones de parte de varios países. El
ministro de finanzas de ese país encontró que la llegada de esos donativos representaba
una buena oportunidad. El ministro aplicó un desproporcionado impuesto aduanero a las
grandes cantidades de alimentos de emergencia que personas compasivas de todo el
mundo enviaban. Las naciones donantes quedaron estupefactas y así lo manifestaron, pero
dicha protesta y asombro tomó por sorpresa a la corte imperial:
• «¿Quieren ayudar? Preguntó el ministro. Por favor, háganlo, pero deben pagar. Y [los
benefactores] preguntaron: ¿Qué quiere decir con pagar? ¡Estamos ayudando! ¿Y
encima vamos a tener que pagar? Sí, dijo el ministro, estas son las normas. ¿Acaso
quieren ayudar de una forma que no permita que nuestro imperio gane nada por ello?»
(Citado por Cornelius Plantinga Jr., El pecado, Sinopsis teológica y psicosocial, 2001.
Pág. 35)
5. • Contexto
• Dos peligros dominan los primeros nueve capítulos de Proverbios: la perversidad y la violencia de hombres
malvados, y los ardides de la mujer seductora. Ambos se encuentran en el capítulo dos de Proverbios.
(Proverbios 2.12-19)
• Proverbios aplica y explica la relación maestro-discípulo; se expresa con la de padre-hijo. En el discipulado el
maestro llega a tener tal autoridad sobre el discípulo, que este se convierte en su «hijo». Por tal motivo, son
constantes las advertencias a tener cuidado con los hombres violentos, con la maldad, la perversidad. Estas
son tan afectivas, y por momentos, especialmente cuando no se oyen, expresan el dolor de un padre y una
madre por el desvío de sus hijos.
•
• Factores que inciden un ambiente de perversidad
• Inclinación a la maldad
• Desde la niñez ya es notaria la inclinación hacia la maldad. Nos alegramos cuando vemos la dulzura e
inocencia de los niños. Pero nos duele cuando estos mismos pueden ser crueles con otros.
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• La burla es una de las maneras más recurrentes utilizadas en la niñez. La burla busca destruir la dignidad
humana y con ello despoja a su víctima de una manera especialmente devastadora. Con ella se desmoraliza al
objeto de burla.
•
• En Dartmouth, Massachusetts, Estados Unidos, tres jovencitos rodean a un compañero del noveno grado y lo
hieren mortalmente dándole puñaladas. Luego se ríen de lo sucedido y se estrechan la mano unos a otros
como jugadores de baloncesto luego de una gran jugada.
6. • Lo atractivo de la violencia
• La violencia es atractiva para la juventud, inclusive en aquellos que han crecido en un hogar cariñoso y
comprensivo. Las pandillas de delincuentes juveniles (llámense maras, malandros, barras, etcétera) son muy
atractivas por el poder que otorgan.
•
• En Oakland, California, Estados Unidos, un adolescente con un cuchillo persigue a una mujer por la calle,
mientras se junta un grupo de personas que grita: «¡Mátala! ¡Mátala!», como espectadores en un evento
deportivo. Finalmente alguien del público hace tropezar a la asustada mujer, dándole al atacante la
oportunidad de matarla de una apuñalada.
•
•
La violencia como forma de la vida
• Hay personas que se dedican a hacer lo malo y lo disfrutan. Hace algún tiempo, salió en un periódico, un
reportaje acerca de un sicario joven (un asesino a sueldo), donde expresaba que no sentía ningún
remordimiento ni dolor por matar a alguien; pero si sentía dolor y lloraba angustiosamente la muerte de
alguno de sus pajaritos. No es que uno no sea sensible a la muerte de un pajarito (el Señor lo cuida), pero son
mucho más importantes las personas. La violencia en los medios de comunicación ha aumentado. Es patente
en la televisión, donde el heroísmo se manifiesta con violencia; ni que decir de los juegos electrónicos.
•
• Proverbios reconoce y advierte acerca del papel de la perversidad y la violencia que se vive a diario.
Agréguese de los informes de la Organización Mundial de la Salud: la violencia intrafamiliar es la epidemia
número diez en el mundo.
7. • I. La instrucción del padre, (1.8-19)
• Toda esta sección está dirigida a las personas que no tienen experiencia, en particular a los jóvenes. Para
aquellos jóvenes que relativamente son inocentes. La insistencia en que la sabiduría viene por medio del padre
y la madre. (1.8) Debe prevalecer el convencimiento que al joven le llegará el momento de tomar sus propias
decisiones. En ese momento es indispensable la dirección y consejería de los padres.
•
• Esta es la época cuando se empieza a preguntar si los valores que se le han enseñado son los correctos. Los
progenitores tienen que animar, impulsar, fortalecer a su hijo para que no abandone el camino que se trazado
y así pueda evitar la maldad que le acecha. El papel del padre y la madre es preparatorio y preventivo. Se
procura evitar que el hijo tome el camino incorrecto y se asocie con malas personas. Pero a la vez se está
indicando que el hijo es responsable de sus actos
•
• A. La suplica del padre. (1.8-10)
• Petición desde la experiencia paterna
• 1. Cómo enfrentar el peligro externo.
• Si la madre y el padre han enseñado fielmente a sus hijos, esa instrucción no debe dejarse de lado
negligentemente. Los hijos se inician en la vida al probar la experiencia e influencia externa. La instrucción
tiene que ser buena, pues, tiene el propósito de dar sabiduría, e inicie el proceso a independencia de su vida.
•
• A pesar de la constante dulzura e inocencia que muestran los niños, existe una inclinación a la necedad y
rebeldía en cada uno de ellos. (Véase 22.15)
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• 2. La sabiduría se transmite por los padres. Esta premisa es enfrentada frecuentemente por los jóvenes. Para
muchos, los adultos ya están caducos y no se les debe prestar atención.
8. • B. El ofrecimiento de los hombres malvados. (1.11-14)
• 1. La prevención del padre tiene que ser específica. (1.10) Un padre sabio sabe con lo que se va a enfrentar su hijo y por eso lo previene.
• 2. Un padre sabio habla de la situación actual, y de los enfrentamientos futuros. Algunos aconsejan a sus hijos después que han pasado las presiones y tentaciones.
Advierten en el momento de la crisis.
•
¿Qué se les ofrece?
•
• a. Aceptación y identidad con el grupo
• Se les presiona para que pertenezcan y sean aceptados por el grupo.
•
• La falta de tener una buena opinión de sí mismos, especialmente por el maltrato y la inseguridad presentes en el hogar hace que se busque otro lugar para obtener
aceptación y seguridad. Ese sitio está en la calle, con los amigos, con el grupo. Ese es el lapso que los perversos con sus astucias y maquinaciones impresionan a la
juventud.
•
La presión del grupo puede ser para bien o para mal. ( He. 10.24-25)
•
• En ocasiones, el problema no está en el grupo de presión sino en forma cómo la dirijo o la canalizo.
•
• b. La promesa de lucrar
• La segunda tentación se encuentra en 1.14-15, es la obtención de beneficios materiales por medio de la violencia:
•
• «Ven, une tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común entre todos”, tú, hijo mío, no vayas en el camino con ellos, sino aparta tu pie de sus veredas.» (RV95)
•
• «¡Júntate con nosotros, y juntos nos repartiremos todo lo que ganemos!» ¡Pero no lo hagas, jovencito! ¡No sigas su mal ejemplo! ¡No dejes que te engañen! (BLS)
•
• «Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos. ¡Pero no te dejes llevar por ellos, hijo mío! ¡Apártate de sus senderos!» (NVI)
•
• «Comparte tu suerte con nosotros, tendremos una bolsa en común. Hijo mío, no los acompañes en su camino, retrae los pasos de su senda» (NBE)
9. • En Proverbios, la prosperidad nunca es considerada como mala, a menos que haya sido
obtenida por medios deshonestos (10.2; 13.11; 19.22; 28.6) La piedad y la sabiduría van
acompañadas a menudo por beneficios materiales (3.9-10,16)
•
• Las fechorías, tales como golpes, amenazas, robo, son las utilizadas para agenciarse de bienes
ajenos. (1:11-12) La estrategia incluye tanto el esfuerzo individual como el colectivo (una
bolsa en común) para obtener comodidad y prosperidad, si bien hay falta de moral. (1.14) En
este caso la conquista de riquezas se consideran un botín de guerra, como si la agresión
criminal fuera una batalla legítima, coronada con el despojo del enemigo muerto.
•
• c. Fama y poder
• La siguiente tentación es la adquisición de fama y poder por cometer una fechoría. La
juventud quiere poder, no sólo que la vean, quiere hacerse sentirse. Por tal motivo, se acerca y
participa con grupos o personas que le otorguen importancia.
•
• El gusto por sitios que le hagan sentirse confortable e indispensable, no un mero adorno. La
perversidad confiere poder e importancia inmediata. Esa ansia de fama y poder se puede
percibir, en un aspecto positivo, en la cantidad de personas que se involucran con sumo interés
en deportes y entretenimientos.
10. • C. La súplica final del padre y la madre. (1.15-19)
• 1. Razones que impiden la consecución de la violencia:
• a. La primera razón: El dinero y la emoción en esta clase de vida dependen de otros. (Pr. 1.16 e Is. 59.7) La adquisición de
beneficios materiales no es malo en sí; ni arriesgarse en los negocios. El problema estriba en los medios que utiliza, la
gente con que se asocia. No podemos dejar de lado, a aquellas personas que roban sin ser violentos. O, cuando somos
manipulados para lograr ganancias; hasta en nombre de Dios se cometen truhanerías.
•
• b. La segunda razón: La vida violenta es malvada porque destruye tanto a quien delinque como a la víctima. (1.17-19) La
persona malvada debe saber que su disposición a causar dañado a otras personas, la destruye a sí misma.
•
«En vano es tender una red ante los ojos del ave, pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, contra sí mismos tienden
la trampa. Así son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.» (RV95)
•
«Ningún pájaro cae en la trampa si ve a quien lo quiere atrapar. Pero estos malvados juegan con su vida y acabarán por
perderla. Acabarán muy mal los que quieren hacerse ricos sin importarles cómo lograrlo: ¡acabarán perdiendo la vida!»
(BLS)
•
«De nada sirve tender la red a la vista de todos los pájaros, pero aquéllos acechan su propia vida y acabarán por
destruirse a sí mismos. Así terminan los que van tras ganancias mal habidas; por éstas perderán la vida.» (NVI)
«Que “en vano se tiende una red a la vista de seres que vuelan”. Sus insidias serán mortales para ellos, acechan contra sí
mismos. Tal es la suerte de la codicia desmedida, que quita la vida de sueño.» (NBE)
• 2. Dos de estos versículos (17-18) han sido difíciles de interpretar por los eruditos bíblicos. Se dan dos interpretaciones
posibles: a) «Los malvados tienden redes al inocente, Dios le da ojos para descubrir la red y alas para escapar, por tanto, es
inútil compartir la suerte de los perversos.» b) «Los perversos le echan redes seductoras; él, instruido por sus padres, que le
han abierto los ojos, puede descubrir la red… logra escapar.»
11. • II. La sabiduría habla. (1.20-33)
• A partir del versículo 20 el padre deja de hablar, y ahora, lo hace la sabiduría personificada por una mujer. Se dirige
específicamente a las personas culpables.
•
• El padre le ha indicado al hijo que evite vivir depravadamente (1.8-19), la sabiduría le habla a quien han decidido vivir mal
(1.20-33). Cuando habló el padre, lo hizo previniendo, ahora, la sabiduría da preceptos, muestra el camino correcto. El
punto es muy sencillo: hay necios jóvenes y necios viejos. La sabiduría de Proverbios es para los necios de todas las
edades, y la invitación de volver a la sabiduría es para todas las personas, algunas la aceptarán, otras no.
•
• A La sabiduría pregona
• 1. La sabiduría personificada por una mujer anda animando para que vivan en rectitud y honestidad. (1.20-21)
• a. La sabiduría lo hace abiertamente por las calles. Lo hace en voz alta. En las puertas de la ciudad, donde se encuentran los
ancianos de la ciudad. (1.21; ver Rut 4.1s)
• b. Los hombres malvados invitan en secreto, escurridizamente. Están al acecho en los callejones oscuros por la noche. (10-
14)
• 2. El «hijo» mencionado a partir del versículo 8 es joven e inocente, él de los versículos 22 y 23 no están joven e inocente.
El problema aquí es el rechazo voluntario de la sabiduría. «¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su
inexperiencia?¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia?» (22) El inexperto no se encuentra
contento con su situación, pero reacciona. El insolente la desprecia.
•
• B. La sabiduría corrige
• 1. La sabiduría quiere corrección, desea que le respondan a su reprensión. (1.23)
• 2. Invita al arrepentimiento. La única manera para que los pecadores se arrepientan de su maldad es volver a la honestidad.
12. • C. La sabiduría no es natural
• 1. La sabiduría se tiene que obtener.
• La sabiduría por ser de origen sobrenatural (1 Cor. 2.6-16), la pueden recibir quienes abandona la necedad. (1.23) Pero sólo el
Espíritu Santo es quien aclara nuestras mentes e ilumina las Escrituras para lograrlo, y así conocer la sabiduría divina. (véase
Ef.1:17; Col.1:9).
•
• 2. La necedad lleva a la destrucción. (Este tema lo trataremos después).
•
• D. Optar por la maldad. (1.24-25, 29-30)
• La maldad es una opción que las personas maliciosas han escogido. (24-25)
• 1. No hay que olvidar que el principio de la sabiduría es el temor al Señor. Y quien teme a Dios le da la espalda a la maldad. (3.7) Es
una advertencia para quienes no se arrepienten.
• 2. Las personas no rechazan la sabiduría en lugar de la necedad, la rechazan porque para ellas, la sabiduría es necedad. La
perversidad, a pesar, de que es necedad la siguen muchas personas, hasta se siente orgullosas. (26.16)
•
• E. El rechazo de la sabiduría trae consecuencias dolorosas. (1.26-27)
• La sabiduría advierte sobre la calamidad y el desastre de rechazarla. Los hombres malvados reciben las consecuencias de lo que
han cosechado. (Rom. 6.23) Eso es lo que desean. (1.31-32)
•
• F. El punto de no retorno. (1.28-29)
• 1. No hay punto de retorno. Esto ocurre cuando las personas voluntariamente no se arrepienten.
• 2. El ofrecimiento de la sabiduría a los pecadores es rechazado. Ese rechazo los llevará a la destrucción. Y eso duele, y duele más
descubrir la cantidad de personas que se sienten satisfechas de andar mal, de seguir el camino ancho que lleva a la perdición. La
justicia exige a los hombres que se enfrenten a las consecuencias de la forma que han elegido vivir. Es tiempo de arrepentirse. (2
Co. 6.2)
•
• En el versículo 33, se contrasta la vida de las personas honestas de las malas. Quienes caminan en el sendero de la sabiduría
obtendrán perdón de pecados, Cristo los libra. El pavor de la maldad se encuentra en quienes la practican.
13. • Conclusión
• 1. En el capítulo 1, se traza el camino de vida en dos maneras: vía sabiduría o vía
necedad. La sabiduría conduce a la paz y a la seguridad, mientras que la necedad
lleva a la muerte y destrucción. La trayectoria de la necedad es el camino de la
violencia que busca beneficios materiales. La otra, de la sabiduría, tiene como
base el temor al Dios y el abandono del mal.
• 2. Nuestra vieja naturaleza hace que nos inclinemos a la insensatez. Debemos
hacer un alto, y decidir conscientemente seguir el camino de la sabiduría. O se
sigue al pecado o se sigue la sabiduría, el camino de salvación. (Juan 14.6)
• 3. Estimado lector, su destino depende de la decisión que tome. El apóstol Juan
dijo: «Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en
su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene
la vida.» (1 Juan 5.11-12)
• 4. Solamente hay dos sabidurías: la de Dios y la del hombre pecador. Al hombre
pecador la sabiduría de Dios le parece absurda, porque esta sabiduría otorga
salvación. (1 Cor. 1.20-25).
• 5. Si usted es cristiano, sepa que vivir sabiamente es lo que Dios desea. Quienes le
obedecen son sus seguidores. (Mat. 4.19; 10.38)
14. • 6. Si no tiene esperanza, lea el siguiente relato:
• «La hilera de lámparas del quirófano arrojaba una luz intensa sobre la paciente mientras el Dr.
Bernard Nathanson examinaba la escena con un acostumbrado ojo clínico… Pesadas sábanas
blancas cubrían el torso de la mujer; sus rodillas estaban dobladas y sus pies en los estribos de
la camilla. Hacía 40 minutos le habían dado un tranquilizante para disminuir su ansiedad.
• Nathanson posicionó el espéculo para mantener abierto el canal vaginal, y luego administró
anestesia local al cuello del útero con una jeringa hipodérmica. Ensanchó el canal cervical con
una varilla de metal e insertó la cureta (un instrumento largo de acero con anilla de bordes
filosos) en la cavidad uterina. El embarazo de la paciente era de aproximadamente nueve
semanas —tiempo suficiente como para que Nathanson demorara unos o dos minutos
adicionales para asegurarse de raspar todo el revestimiento del útero y juntar el tejido para
examinarlo.
• Al final de los diez minutos del procedimiento, Nathanson examinó con cuidado los bultos del
tejido sanguinolento sobre la bandeja para asegurarse de que podía ver todas las partes del
feto desmembrado. Satisfecho de que el procedimiento se completó con éxito, Nathanson
desvió la mirada de la camilla, hizo una seña a la enfermera, y se quitó sus guantes
quirúrgicos. Después de arrojarlos en el cesto de basura, se frotó las manos satisfecho, pero
también para sacar de su mente lo ocurrido. Había realizado una buena labor. Rutinaria, pero
una labor en la que uno deseaba mantener estándares elevados.
15. • Caminó unos pasos y miró el rostro de la mujer bajo la sábana blanca.
• —Todo está bien—dijo—. Descanse un momento en la sala de recuperación;
luego iré a verla. Alguien la puede llevar a su casa, ¿verdad?
• La mujer movió la cabeza asintiendo, pasándose la lengua por sus labios resecos.
• Nathanson se dirigió a las puertas de vaivén que conducía al área de descanso de
los cirujanos, donde tomaría un momento antes de regresar a la mesa de
operaciones para las pacientes de la tarde. Otro grupo de mujeres aterrorizadas, a
menudo desconsoladas.
• Nadie observando la escena en el quirófano hubiera podido adivinar que la mujer
en la camilla del hospital era la amante de Nathanson… ni hubieran podido
adivinar que él acababa de abortar a su propio hijo.» (Citado por Charles Colson y
Nancy Percey, Y ahora… ¿Cómo viviremos, Unilit, 1999. pág. 201)
• Este médico, a quien se le llamaba «el rey del aborto» participó en 75.000 abortos.
¿Hay esperanza para tanta maldad?
• Sí, en Cristo, este médico se convirtió y hoy es un defensor de la vida.