2. Vivir de la Providencia es ante todo dejarse interpelar por el Espíritu. En la experiencia del Bienaventurado Juan Martín Moye y de Madre María Javier, la fuerza sorprendente del espíritu se traduce sobre todo en cuatro actitudes fundamentales: Abandono, Sencillez, Pobreza y Caridad Apostólica…
3. ABANDONO Fundadas como Jesús en la Providencia, experimentamos en el momento presente la serenidad, el dinamismo apostólico y la certeza de que, si hacemos todo lo que depende de nosotras, podremos apoyarnos totalmente en Dios que sabe y que provee .
4. SENCILLEZ... Ir hacia los demás sin rodeos; hacer coincidir el ser, el hablar y el obrar. La sencillez es rectitud de intención, transparencia. Impregna las otras virtudes para que sean auténticas e irradien.
5. POBREZA Reconocernos necesitadas de Dios, trabajando y escogiendo la sobriedad, en solidaridad afectiva y efectiva con los más pobres.
6. Caridad Apostólica Identificarnos con nuestros herman@s en su hambre de pan, de dignidad, de amistad, en su búsqueda de verdad y de absoluto, en su combate por la justicia. Esta proximidad con nuestros contemporáneos nos lleva a anunciar a Jesucristo siempre a la obra en el mundo, por su espíritu para revelar al Padre.