1. Proyecto Solar Impulse
El Solar Impulse es un prototipo de avioneta que funciona con energía
solar y que pretende en el dar la vuelta al mundo, sin escalas y en
cinco días, utilizando únicamente esta energía. Después de haber
completado las primeras pruebas en un aeropuerto en Suiza, el avión
realizó sus primeros tests al aire libre, logrando alcanzar los 1.200
metros de altura y permaneciendo en el aire durante 90 minutos.
Propulsado por cuatro motores eléctricos de 10 caballos de potencia y
energizados gracias a 12 mil células fotovoltaicas que recubren sus
alas, el Solar Impulse, tiene además la capacidad para volar de noche,
gracias a la acumulación de la energía -obtenida durante el día- en
baterías recargables
Solar Impulse es una iniciativa europea que cuenta con el apoyo de
varias importantes instituciones financieras y con el de la Agencia
Espacial Europea. Lo que quieren hacer desde hace años es construir
una aeronave que de la vuelta alrededor del planeta sin contaminar ni un
poco, ya que funciona con energía solar. El avión Solar Impulse realizó
su primer vuelo internacional, avanzando desde el poniente de Suiza
hasta Bélgica, atravesando el espacio aéreo de Francia y Luxemburgo.
El trayecto le tomó unas 12 horas y el avión contó con más de 12mil
células fotovoltaicas repartidas en toda su superficie.
En todo caso este no es el primer logro del avión. En oportunidades
anteriores habían logrado mantener al avión en vuelo más de 26 horas,
es decir una noche entera, y se habían hecho varios vuelos domésticos
de prueba. Esperan que para el 2013 la tecnología –y las condiciones
climáticas- les permitan dar la vuelta al mundo por primera vez en un
avión solar. Fue el vuelo más largo de la historia de los aviones solares:
26 horas y 9 minutos. Y el más alto: 8.564 metros de altura sobre el
nivel del mar. Pero este logro no es una casualidad en la vida de
Bertrand Piccard, el hombre detrás del proyecto "Solar Impulse". Su
inquietud por la navegación -aérea en su caso- la lleva en la sangre. Su
abuelo, Auguste Piccard, fue el creador del batiscafo, un pequeño
vehículo de inmersión profunda capaz de bajar a altas profundidades
aguantando la presión del agua.
Por lo que es muy probable que su primera aventura, recorrer el mundo
entero en un globo aerostático en 1999 -y en la que también obtuvo el
título de ser el primer hombre en realizar esta hazaña-, haya estado
inspirada por su abuelo paterno.
Tanto Piccard como André Borschberg, el cofundador del proyecto y
quien piloteó el avión, notablemente emocionados una vez que el avión
tocó suelo, resaltaron que lo más importante era que habían logrado
volar durante 26 horas continuas sin usar ni una gota de combustible y
por ende no contaminando el planeta.
Dentro de los próximos planes de de Piccard están hacer un vuelo
trasatlántico y luego dar la vuelta al mundo en tres años más. Pero la
idea final de este par de socios es que el avión -cuyo costo es de 70
millones de euros, mide 63,4 metros y pesa 1.600 kilos- pueda
recorrer el mundo entero haciendo cinco escales en cinco días.