Los niños asistieron por segundo día a su clase de psicomotricidad, donde se divirtieron como siempre. Después de jugar, cada uno hizo un dibujo de lo que quiso. De ahora en adelante, harán un dibujo cada vez que vayan a clase y al final del curso los encuadernarán en un pequeño libro para que cada niño tenga la historia de su experiencia en psicomotricidad.