El documento resume las formas en que el diablo ataca a los hijos de Dios, incluyendo tentaciones directas e indirectas a través de personas y circunstancias. Explica que ceder a la tentación le da al diablo autoridad, mientras que vivir de acuerdo a la Palabra de Dios garantiza la victoria. Aunque los hijos de Dios no pueden ser poseídos, deben cerrar puertas como el pecado que permiten la influencia del diablo.