El documento explora las preguntas de quién soy, qué tengo y qué hago. Explica que todos somos pecadores pero hemos sido redimidos por Cristo. Además, todos tenemos talentos y habilidades dadas por Dios para servirle a él y bendecir a los demás. Finalmente, enfatiza la responsabilidad de ayudar a los necesitados y cumplir con nuestro deber como mayordomos de los bienes de Dios.