El documento describe el realismo y el naturalismo. El realismo se caracteriza por la representación auténtica de la realidad cotidiana y la búsqueda de objetividad, mientras que el naturalismo recrea los aspectos más sórdidos de la realidad y los personajes son víctimas de factores como la herencia y el medio ambiente. Ambos estilos florecieron en Europa durante el siglo XIX, con destacados autores franceses y rusos para el realismo, e impulsado el naturalismo por Émile Zola y sus seguidores españoles.