1. Para el viernes…para el fin de mes…o para la próxima, o mejor
para el próximo año
Una mañana en el micro camino a la Universidad suena el celular de una muchacha
sentada a mi lado, precariamente acicalada y vestida de lo más informal (era evidente que
va camino también a la Universidad). No puedo dejar de escuchar la afirmación
despreocupada con la que contesta: “para el viernes está”. Quien la llama debe haberle
preguntado sobre el plazo a entregar de algún trabajo grupal (claro, era la última semana
del ciclo).
Luego de insistir en el plazo, reitera más de tres veces “no te preocupes”. Termina la
llamada y hace un gesto de fastidio, con el que parece decir “cómo me libro de esto”. Al
rato timbra otra vez el cecular, esta vez pide “que la esperen, que ya está llegando a la
Universidad” (seguro que ya estaba por comenzar una exposición).
Esta situación me hizo recordar una situación casi cotidiana: personas, empresas u
organizaciones que ofrecen un servicio o producto, se comprometen a terminar o concluir
un trabajo y que a pesar de la fecha que ellos mismos señalaron, no cumplieron. Y es así
que resulta “normal” el hecho de esperar unos días más. Sin embago, con ello lo que
estamos haciendo es dejar de lado un valor fundamental no solo en el servicio, sino en las
relaciones humanas: la puntualidad y es así que se alimentan varios antivalores: la
impuntualidad, la deshonestidad, la irresponsabilidad, etc, etc, etc.
Las frases “para el viernes”, “para el fin de semana”, “para el fin de mes” reflejan
nuevamente aspectos equívocos de la personalidad: dejar pendientes las cosas y esperar
el último momento para tratar o creer que se podrá cumplir con ellas.
Es por ello, que más que “desar” un mejor año (no se trata solo de desear o “querer”), les
planteo el reto que cada uno establezca como objetivos el orden, la claridad de sus
prioridades y lo más importante, la sinceridad con uno mismo y con los demás; si no se
puede cumplir con un compromiso académico,laboral o personal por mucho trabajo u
otras razones, no prometer plazos que no se cumplirán, si eso logran este 2011, tengan
por seguro que será un mejor año, no gracias a los deseos, sino a su compromiso y
esfuerzo de mejorar y cambiar por ustedes mismos y para con los demás.
Herless Alvarez Bazán