El Parque Nacional Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay es un sistema de humedales fluviales, islas e islotes que se inundan permanente o temporalmente debido a las crecidas del río Uruguay. Alberga diversos ecosistemas como bañados, pantanos y bosques que dan cabida a una gran diversidad de aves y mamíferos. Es reconocido internacionalmente por su importancia para la conservación de especies.
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
Humedales protegidos
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4. Humedales de importancia global
El Parque Nacional Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay constituye un sistema de
humedales fluviales, islas e islotes que se inundan en forma permanente y/o temporaria a
consecuencia de las crecidas del río Uruguay. En sus márgenes se desarrollan elevaciones
que alcanzan entre dos y tres metros de altura, sobre las cuales se desarrolla una vegetación
arbórea con gran variedad de especies que amortiguan el efecto de las crecidas del río.
Se destaca por su alto grado de naturalidad, la diversidad de sus ambientes y su función en
la prevención y control de inundaciones, la protección de las costas del río Uruguay y como
sitio de cría de especies prioritarias para la conservación y de valor comercial.
Conviven allí varios ecosistemas: bañados, pantanos, campo natural, el monte y matorral
ribereño –generador de un corredor biológico–, y el monte de parque abierto con sus
algarrobales y blanqueales asociados , dando cabida a una importante diversidad de
especies de aves, algunas de ellas –amenazadas a nivel nacional y regional–, como el dragón
y tres especies de capuchinos. Las islas constituyen además espacios para la reproducción y
sitio de invernada de especies migratorias neárticas y neotropicales, lo que le ha valido su
reconocimiento como sitio «Ramsar».
5. Entre los mamíferos cabe destacar que de esta zona proviene uno
de los dos registros fielmente documentado de aguará guazú, el
cánido autóctono de mayor porte y en peligro de extinción.
Custodios y anfitriones
El área, en su zona norte, se encuentra rodeada por tres colonias
de pequeños y medianos productores agrícola-ganaderos y
lecheros. Se desarrolla básicamente entre dos centros poblados:
Nuevo Berlín al sur y San Javier al norte, este último originado de
una antigua colonia de inmigrantes rusos que llegó al país en 1913
y que, aún hoy, conserva algunas de sus tradiciones
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8. Mucho más que un paisaje excepcional
El Parque Nacional Cabo Polonio es un área de sugerente belleza paisajística, que aún
conserva características típicas del paisaje de la costa atlántica uruguaya, previo al proceso
de transformación que se iniciara a mediados del siglo XX por la expansión del modelo
urbano-turístico tradicional.
Esta área costero-marina posee una gran heterogeneidad de ambientes naturales, que
incluye playas arenosas, puntas rocosas, dunas, bosque nativo costero, pequeños
humedales, ambientes oceánicos e islas. Muchos de estos ecosistemas son prioritarios para
el SNAP, dada su distribución restringida en el territorio uruguayo (ecosistemas raros). El
componente más destacado --por su singularidad-- es el sistema dunar de Cabo Polonio,
que constituye el remanente más extenso de una faja arenosa que se extendía antiguamente
a lo largo de nuestra costa. Es una de las pocas áreas de dunas móviles de la región, que
llegan a superar los 20 metros de altura.
9. El Parque Nacional Cabo Polonio alberga varias especies prioritarias para el SNAP,
incluyendo especies en peligro o amenazadas de extinción (como el sapito de Darwin),
especies vegetales y animales con distribución restringida (como la banana do mato, la
rana de cuatro ojos y la tortuga de canaleta) y especies migratorias de importancia
regional y global (como gaviotines, ballena franca austral y tortuga verde). También
comprende sitios clave para el ciclo anual de crustáceos de interés comercial (como
camarón rosado, camarón marino y langostino de mar), y para la cría y alimentación de
más de 47 especies de peces (tiburón gatuso, corvina, brótola, pejerrey).
En sus islas se localiza casi la mitad de las poblaciones de lobo marino fino y león marino
de Uruguay, siendo estas áreas utilizadas para la reproducción y la cría. La zona rocosa del
cabo alberga el único asentamiento continental de lobo fino del país, ofreciendo una
oportunidad única para observar de cerca a estos animales.
10. Valores culturales
Asociados a los distintos ambientes del área existe una serie de sitios de alto interés para la
conservación del patrimonio cultural de la nación.
Desde el punto de vista arqueológico Cabo Polonio y su entorno fueron ocupados por sociedades
prehistóricas hace aproximadamente 11.000 años, hasta la llegada de las sociedades europeas. En el
Parque Nacional se encuentra el área donde está mejor expresada la ocupación prehistórica de toda la
zona costera.
Desde el punto de vista histórico, el cerro de la Buena Vista (punto más alto del área) sirvió de límite
entre los imperios de España y Portugal entre 1750 y 1777 según el Tratado de Madrid.
El patrimonio arqueológico subacuático aún no ha sido estudiado y reviste un especial interés por
estar íntimamente vinculado a la historia del área, signada por numerosos naufragios.
El poblado de Cabo Polonio, donde hoy viven unas 70 personas, tuvo su origen en el Siglo XIX, en
torno a la explotación de lobos marinos. Pescadores artesanales que concurrían al lugar para participar
en las loberías zafrales –suspendidas desde 1991– se asentaron en lugares cercanos a la planta de faena.
Durante el verano, se suma un importante número de residentes temporales y visitantes.
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13. Área de sierras y bañados
Con una superficie de 1.500 hectáreas, limitando al este con el arroyo San Miguel, el Parque Nacional se
encuentra en una zona donde predominan las llanuras bajas internas y lagunares, alternando con sitios más
altos de sierras rocosas.
En la sierra de San Miguel aparecen cerros de elevación moderada, sobresaliendo en el paisaje el cerro Vigía de
152 metros sobre el nivel del mar y el cerro Picudo de 100 metros.
Gran parte del área del Parque Nacional se encuentra cubierta por monte indígena y por una vegetación de
pajonales acompañada de un tapiz de gramíneas. Se puede apreciar en la zona una gran variedad de especies
como el palo de fierro, el tembetarí, el arrayán, la coronilla y el tarumán.
Los bañados son áreas importantes para la nidificación, alimentación y estancia de numerosas especies de aves
(cuervos, picaflores, churrinches entre otros). También abundan mamíferos, anfibios y reptiles característicos
de estos ecosistemas.
Como especies exóticas se destaca la presencia de ganado bovino y ovino criollo. El núcleo original de este
rodeo criollo, fue rescatado por Horacio Arredondo de distintas zonas del país, y hoy forma parte del
patrimonio cultural y natural nacional, constituyendo también una reserva genética en el país.