Dentro de la lógica religiosa del candomblé, cualquier persona está suceptible a recibir el santo o experimentar estas sensaciones dentro del terreiro, sin la necesidad de estar sujeto a un grupo religioso o étnico específico. Se cree que el orixá es quien escoge su hijo, desde el nacimiento y lo acompaña por el resto de su vida.

1. Recibir el santo – primeras sensaciones.
La incorporación, como muchos otros asuntos dentro del terreiro, está rodeada de muchos
misterios y secretos. Generalmente, los relatos de aquellos que incorporan, no recuerdan nada o
recuerdan muy poco sobre el momento del transe (HALPERIN, 1998).
Entre tanto, el momento que antecede a la incorporación por el orixá, es siempre relatado
como un conjunto de sensaciones que se procesan en el cuerpo. Escalofríos, estremecimientos,
sudores, forman parte de la aproximación del orixá al cuerpo de su cavalo, o llamado barra-vento,
como se acostumbra a decir en el povo de santo.
Otro vocabulario, utilizado también por la Umbanda, llama a este proceso de Irradiación. En
la irradiación, la perdida momentánea de conciencia, el orixá todavía no tomó por completo el
cuerpo de su hijo. Es una fase intermediaria entre la vibración o barra-vento y el transe o
incorporación (HALPERIN, 1998).
Dentro de la lógica religiosa del candomblé, cualquier persona está suceptible a recibir el
santo o experimentar estas sensaciones dentro del terreiro, sin la necesidad de estar sujeto a un
grupo religioso o étnico específico. Se cree que el orixá es quien escoge su hijo, desde el
nacimiento y lo acompaña por el resto de su vida.
Algunos abiãs, por ejemplo, ya manifiestan la incorporación de sus orixás, aunque todavía
no hayan sido iniciados. Cuando el orixá vienen en estos miembros del grupo, es considerado un
orixá bruto (BÁRBARA, 2004), que todavía no pasó por los procesos de iniciación que firman los
lazos entre él y su hijo.
De esta manera, al manifestar esta predisposición para “recibir” el santo en sus cuerpos,
los abiãs, son convocados por el orixá en un determinado momento para ser feitos, o sea, iniciados
que se volverían iaôs (nuevos o nuevas del orixá). Al ser iniciado orixá e individuo pasaran por una
serie de ritos que los modificaran y estrecharan los lazos religiosos, afectivos y corporales entre
ellos, haciendo que la incorporación esté “firme”.
Traducción: Nicolás Rodríguez.
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- COSTA DE PAIVA, Kate Lane; O CONHECIMENTO ENCORPORADO: ASPECTOS DA DANÇA
DOS ORIXÁS NO CANDOMBLÉ; Rio de Janeiro; 2009