Una empresa de reclutamiento de personal llamada Personal C.A. estaba buscando un ingeniero. Luis Monasterios presentó los documentos solicitados, incluyendo un supuesto título de ingeniero. Sin embargo, al validar la información, Personal C.A. descubrió que el título no era real. Los datos de Monasterios coincidían con los de la esposa de una empleada de la institución que supuestamente otorgó el título. La empleada tenía buenas referencias. Personal C.A. tuvo que determinar si el título fue falsificado e implicar