En el taller de integración, la estudiante participó en varias actividades divertidas como cantar canciones, hacer dibujos, jugar al escondite, imitar sonidos rítmicos y jugar vóley con colchonetas, a pesar de que inicialmente pensó que no le gustaría. A lo largo de los dos días conoció mejor a sus profesores y compañeros de clase, y a pesar de ser tímida, se divirtió y le gustó la escuela.