La película enseña que cuando tenemos problemas familiares debemos acudir a la fe en Dios para que nos ayude. También debemos ser pacientes con aquellos que nos tratan de humillar y no recurrir a la violencia, sino tener confianza en Jesús. No debemos criticar a personas sin conocerlas y no creer todo lo que dicen los críticos. Si creemos en Dios, seremos salvos de los pecados.