La profesora les asignó a los estudiantes una tarea para hacer vasos sonoros, en la que cada grupo debía traer cinco vasos, cinta adhesiva y uvas, y llenar los vasos con elementos sólidos para mejorar el sentido del oído. Después de terminar, los estudiantes intercambiaron sus vasos con otros grupos para que descubrieran el contenido solo usando el sonido.