1. PUJ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
Información y Documentación
Andrés Maurizio Palpati Bueno Clase
3804
Tipo de trabajo Relato autobiográfico narrativo Día
26
Mes
03
Año
14
Docente Alfredo Luis Menéndez Echavarría CALIFICACIÓN
Porque yo bailo en la frontera
Hace mucho no me paraba frente a frente con un teclado. Se supone que quiero ser
periodista y que esta es mi herramienta de trabajo, que somos inseparables; pero muchas
veces siento que el teclado y yo tenemos una relación de matrimonio conflictivo. A veces
mis dedos no pueden dejar de discurrir por las teclas, y otras el letargo y la pereza es tan
grande que las redes sociales me apartan de mis verdaderas obligaciones como estudiante y
futuro profesional.
Hoy es un día de esos, no logro concentrarme y he procrastinado este trabajo día a día.
Pongámonos mejor en marcha. Me acomodo, ordeno las cosas en mi escritorio porque le
tengo asco al desorden, cierro las pestañas inútiles del computador y armo “mi atmosfera”
para escribir. Hay momentos en los que pienso que todo sería mejor si trabajara como
Alfonso Cano, el antiguo director del diario El Espectador; es decir, con una máquina de
escribir y nada más, obviamente sin los cigarros que él acostumbraba fumar, odio el humo.
Se enciende entonces el modo aleatorio de mi reproductor de música, los audífonos están a
todo volumen y me ayudan a huir de la televisión que está a todo volumen en el cuarto de
mi madre. Las letras de la canción que suena me llegan. Es Jovanotti el que canta con su
inconfundible acento toscano “Io danzo”:
Nos oyen al teléfono.
Nos miran los satélites.
Nos bloquean en el tráfico.
Controlan los artistas.
Nos sacan las contraseñas.
Nos roban en el cajero.
Nos irradian.
Nos escanean.
Nos buscan.
Nos espían las cámaras de los semáforos.
Nos siguen con el radar.
Nos usan para los cálculos.
Nos toman las huellas.
Nos hacen una foto al pasar un puente.
Controlan las cosas que hacemos los domingos.
Nos hacen propaganda electoral en el sermón.
2. Nos imponen censura en las cosas por saber.
Nos dan indicaciones en las fuentes de placer.
Nos dicen que tomar.
Nos copian el estilo.
Nos juzgan con base a la zona en que vivimos.
Y sin embargo nunca me sentí tan libre.
Porque yo bailo sobre la frontera.
Entre mediocres, privados, massmedia, futuristas, reality shows, placeres, locales y globales; al centro de la humanidad
yo bailo sobre la frontera. (Jovanotti, 2011, Track 10, traducción libre al español por Andrés Palpati).
Creo que no pude encontrar canción más perfecta para este trabajo entonces. El medio es el
mensaje y vivimos en una Aldea Global según McLuhan (McLuhan, 1988) y por
consiguiente nos encontramos en el universo de Orwell: es verdad que nos controlan, que
hay un ojo que nos mira y que los que tienen el poder saben en que andamos (Orwell,
1949). Pero como dice la canción anterior “jamás me sentí tan libre”. ¿Por qué este
positivismo? Es porque ahora siento que tengo la capacidad de escoger.
Las redes sociales me han proporcionado satisfacciones y facilidades en mi vida, desde
poder participar en un programa de radio con sólo mandar un trino; hasta poder dialogar
con familiares que se encuentran en otros países a miles de kilómetros. Veo vídeos de
fotografía y he mejorado mi técnica como profesión en mis trabajo gracias a ellos, hasta he
mejorado mi nivel de inglés. No puede negarse que son útiles estas herramientas.
“Yo bailo en la frontera” así como canta la canción. Esa frontera que divide las cosas que
decido, en si usar las tecnologías para informarme, publicar o dedicarme al ocio; yo decido
que hacer y cómo hacerlo. Y ahora que bailo en esa frontera podría decir que no quiero
hacer mi vida pública. ¿Por qué no mejor mentir? ¿Así como los que tienen el control creen
saber todo sobre nosotros, por qué no convencerlos de algo que no es verdad y salirnos del
esquema? Puede que esté hablando como un paranoico con complejo de persecución, pero
¿Qué pasaría entonces si me la pasara escribiendo en Twitter una vida que no tengo?
- Algo que sea como: “@AndresPalpati: mañana me voy a lanzar de un
paracaídas.”
¿Llegaría a ser popular, más interesante, atraería más la atención o desviaría la publicidad
que me invade? Obviamente no soy del tipo de personas que viven de una mentira, porque
estoy convencido que con una mentira se llega lejos, pero a un camino sin regreso. Sé que
la instantaneidad de Twitter le ha quitado el valor a lo escrito y que soy uno más en el
universo de los que no cuentan; ya que si escribes algo, a los pocos minutos nadie lo vio y
por consiguiente no tuvo valor ni relevancia. Pero salirse de lo convencional y poder ir
contra la corriente de quienes tienen el control sería un ejercicio interesante para
experimentar.
Mi idea de este escrito no era sonar como un loco o un contrarrevolucionario. En verdad
quería exponer algo de lo que pienso en mis ratos de ocio y exteriorizar mi estado con
3. respecto al universo de lo virtual. El Internet nos ha cambiado a todos la vida y se ha
convertido en la esfera de lo cotidiano. Para algunos puede ser una daga que se está
enterrando en el estomago por relaciones amorosas, otros pueden pensar que es su lanza y
que son los que atacan siendo ofensivos con los demás. Siento que estamos en una época
donde se están sentando las bases para el futuro de este porque todavía no sabemos adónde
vamos y cómo será el futuro con respecto a sus usos. Tal vez en 80 años Internet sea
obsoleto porque se creó una red diferente, el hecho está en saber para qué lo usamos y el
cómo.
Referencias
- Cherubini, L. “Jovanotti” (2011). Io danzo. En Ora [CD]. Milán, Lombardía:
Universal (2011).
- McLuhan, M., & Fiore, Q. (1988). El medio es el mensaje: un inventario de efectos.
Barcelona: Paidós.
- Orwell, G. (1949). 1984. Barcelona: Debolsillo.