La obra narra las experiencias de Lázaro con un buldero, un vendedor ambulante de bulas papales que utilizaba engaños para vender sus productos. El buldero organizó un montaje con un alguacil para convencer a la gente de un pueblo de que sus bulas tenían poderes curativos. Esto les permitió vender muchas bulas en ese pueblo y en los cercanos. Lázaro decidió dejarlo pasados unos meses por considerarlo un embustero. El relato muestra la corrupción del clero y la indiferencia