El documento clasifica los residuos domiciliarios en orgánicos e inorgánicos. Los orgánicos son biodegradables y se componen de materia como restos de comida y frutas, los cuales se pueden desintegrar rápidamente. Los inorgánicos tienen características químicas que permiten una descomposición más lenta y incluyen materiales que no son biodegradables. Además, el autor opina que el reciclaje sirve para cuidar el medio ambiente de forma económica y fácil.