Los residuos electrónicos contienen sustancias tóxicas como plomo, cadmio y mercurio que pueden filtrarse y contaminar el medio ambiente si no son desechados adecuadamente. La ley colombiana obliga a los fabricantes a recolectar y disponer adecuadamente estos residuos para proteger la salud y el medio ambiente. Los ciudadanos pueden llevar sus aparatos electrónicos obsoletos a contenedores especiales o a operadores de telefonía para su recolección y reciclaje seguro.