Cuando se realiza un esfuerzo de larga duración pero de intensidad moderada, el cuerpo se encuentra en un estado de equilibrio donde la cantidad de oxígeno absorbida es igual a la cantidad utilizada. Sin embargo, cuando el esfuerzo es intenso, la demanda de oxígeno supera la cantidad que puede ser absorbida y transportada, lo que genera una deuda de oxígeno que debe ser pagada una vez finalizado el esfuerzo. Esta fase donde hay insuficiencia de oxígeno se conoce como fase anaeróbica.