La responsabilidad social implica que las personas y organizaciones adopten un comportamiento ético orientado al bien común de la sociedad. Incluye actores sociales comprometidos con principios éticos y morales renovados que trabajen activamente para resolver los problemas sociales y lograr un desarrollo sostenible e inclusivo de toda la sociedad a través de la justicia, el respeto y la solidaridad basados en la dignidad humana.