Este documento presenta las ideas y experiencias de un ministro religioso que ha establecido numerosos centros de adoración. Relata cómo ayudó a consagrar a Colombia a los Corazones de Jesús y María luego de que el país fuera desconsagrado en 1991. El ministro cree que Dios permite que las naciones se alejen de Él para que la gente comprenda sus acciones, y advierte sobre los "dioses" del materialismo y consumismo que adoramos en lugar del único Dios verdadero.