1. CRISTIANOS ÍNTEGROS EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA
Por Fernando Jiménez (Cali / Colombia)
La carta me llegó desde el norte de Chile. Se veía sincera. Entre sus líneas se podía leer una
auténtica preocupación: “Soy secretaria. Trabajo con un abogado. Es un buen jefe, comprensivo y
tolerante. Sin embargo, desde un tiempo para acá me pide que le diga a algunos clientes que no
está en la oficina. Es mentira, por supuesto. Como cristiana, no quiero mentir. Necesito el empleo,
pero me siento mal haciéndome partícipe del engaño.¿Qué debo hacer?¿Renuncio?. Cordialmente,
Patricia L. “
La situación de esta chica es el reflejo de la situación que viven muchos cristianos enfrentados a una
sociedad corroída por el engaño, la mentira y el abuso. Cualquiera que sea el caso, le corresponde al
creyente asumir una posición.
CRISTIANOS DE FACHADA
Hoy día muchos profesan se cristianos pero no reflejan a Cristo en sus vidas. Llevan la Biblia bajo
el brazo, son puntuales para llegar a las celebraciones de culto, danzan y alaban al Señor. Incluso
exteriorizan a la perfección la jerga evangélica: “Dios le bendiga”, “Hermana ¿Cómo van las
cosas?¿Bendecido?”,. “¡Gloria a Dios!”, y cuantas frases y palabras identifican a los creyentes. Sin
embargo, dentro no dejan que Jesucristo obre la verdadera transformación de sus vidas.
Son cristianos de fachada. Muestran una imagen, pero sus acciones distan mucho de testimoniar el
amor de Dios. Esa actitud hipócrita es la que ha causado un enorme daño al pueblo evangélico. Bien
se anticipó nuestro amado Señor Jesucristo al decir: “Así que por sus frutos los conoceréis. No todo
el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de
mi padre que está en el cielo”(Mateo 7:20, 21 Nueva Versión Internacional).
Le ofrezco dos alternativas: la primera, si se ofendió, puede cerrar este artículo e ir en busca de otro
que le diga cosas bonitas; la segunda, déjese confrontar por la palabra de Dios y ¡Comience el
cambio hoy!.
CRISTIANOS ÍNTEGROS
Una sociedad descompuesta, donde presidentes, políticos, industriales, líderes religiosos, financista
y profesionales evidencian decadencia moral, corrupción y carencia de principios y valores,
demanda cristianos íntegros. Jesús lo sintetizó así: “Asegúrate de que la luz que crees tener no sea
oscuridad”(Lucas 11:35). “Ustedes son la luz del mundo...Hagan brillar su luz delante de todos,
para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al padre que está en el cielo” (Lucas
11:35 y Mateo 5:14a, 16 NVI).
¿Recuerda a Daniel, el joven hebreo llevado a la corte real de Babilonia? Quizá deba leer de nuevo
la historia. La encontrará en el capítulo 6 del libro de Daniel. A partir de allí, le compartiré unos
sencillos principios que deben caracterizar a un cristiano íntegro en medio de una sociedad corrupta.
BUSCAR LA EXCELENCIA
Un cristiano que se limita a cumplir exclusivamente con lo que le corresponde y generalmente no
colabora cuando le piden ayuda en algo extra, está lejos de un principio que hallamos en la historia
2. de Daniel.: “Y tanto se distinguió Daniel por sus extraordinarias cualidades administrativas, que el
rey pensó ponerlo al frente de todo el reino” (versículo 3).
Hay personas que se ufanan de ser cristianas, pero son quienes menos colaboran en su puesto de
trabajo, llegan tarde a laborar y son los primeros en irse, como si salieran huyendo. No demuestran
solidaridad con sus compañeros. Ni siquiera desarrollan sentido de pertenencia por la empresa en la
que están laborando. Trabajan por que les pagan su salario, pero no con una auténtica vocación de
servicio.
Para tales creyentes el apóstol pablo escribió:”Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como
para el Señor y no como para nadie de este mundo”(Colosenses 3:23). En resumen, en su
desempeño secular el cristiano camina hacia la excelencia.
CRISTIANOS INTACHABLES
Quienes rodeaban a Daniel, hombres impíos, sin Dios y sin ley, se sentían molestos por la actitud
sincera y transparente de este joven. Era un verdadero ejemplo en todo, ya que aunque buscaban
algo de qué acusarlo, se veían frustrados:”mas no podían hallar alguna ocasión ni falta, porque él
era fiel, y ningún vicio ni falta fue en él hallado”(versículo 4b. Versión Reina – Valera, 1909).
¿Sabe lo que esto significa? Que este joven era hasta tal punto transparente, que nadie,
absolutamente nadie, podía encontrar motivo para recriminarle. Jamás olvide que usted es cristiano
no sólo en la intimidad de su habitación, sino en lugares en los que piensa que nadie lo conoce o
identifica.
Con demasiada frecuencia personas a quienes no creo conocer o definitivamente no recuerdo, me
saludan efusivamente: “Hola pastor ¿Se acuerda de mé? Lo conocí en tal o cual lugar donde usted
dio algunas conferencias”. Ellos quedaron con mi rostro grabado en su mente. ¿Se imagina qué
ocurriría si en el aparente anonimato no cuidara mi testimonio de fe?. Nunca sabemos quién nos
conoce. No lo olvide.
CRISTIANOS A PESAR DE LA ADVERSIDAD
La pregunta le cayó por sorpresa. Se encontraba con varios amigos. “¿Eres cristiano evangélico?”.
Se sonrojó. No sabía qué decir. Bebió con rapidez parte del refresco, en tanto pensaba. Por fin
respondió. Lo hizo con decisión, sin asomo de temor o incomodidad: “¡Si, soy cristiano evangélico
hace tiempo ya!. Tuve una experiencia personal con Jesucristo antes de ingresar a la universidad”.
Algunos callaron, otros por el contrario llovieron con preguntas. Allí en la cafetería, testimonió a
sus amigos del poder de Jesucristo.
Muchos por temor a las críticas, las burlas o a perder popularidad, temen decir que son creyentes.
Llevan la Biblia escondida en una maleta. Son cristianos en “lo secreto”. Sin embargo Daniel,
aunque había un decreto que buscaba cerrarle el paso y encontrar motivo para acusarle, siguió
testimoniando de su fe, sin reparar en el qué dirán.
Dice la Escritura que: “Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue a su casa y
subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían en dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso
a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres veces al día”(versículo 10 Nueva Versión
Internacional). Sin temor, firme en sus convicciones. Esa es justamente una de las demandas del
cristiano: ser firme en Cristo así las circunstancias sean adversas.
3. ¿CÓMO ES TU DIOS?
Si realizáramos una encuesta entre muchos cristianos con la pregunta: ”¿Cómo es tu Dios?”, nos
llevaríamos sorpresas ingratas. Querámoslo o no, cada uno tiene su propia imagen de Dios. ¿Y
cómo encaja esto en el tema de Daniel?.
Los enemigos de Daniel (siempre habrá personas que quieren poner tropiezo) lograron que en
consonancia con un decreto de los persas, de carácter transitorio y concebido sólo para hacerle
tropezar, fuera condenado al foso de leones, muy a pesar del rey. Un día después el monarca va
hasta el foso y formula una pregunta de suma importancia:”Daniel, siervo del Dios viviente, ¿Pudo
tu Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los leones?”(Versículo 10).
Observe de nuevo la pregunta. Permítame hacer énfasis en el término:”¿Pudo?”. Ahora le
pregunto:”¿Qué puede hacer su Dios?”. De su respuesta depende qué puede o no ocurrir en su
existencia. Si cree que Dios puede transformar vidas y obrar milagros, de seguro los verá.
¿Qué puede hacer su Dios? Puede hacer que desde hoy, usted sea un auténtico cristiano, dejando a
un lado la actitud de ser medio mundano y medio evangélico, sin hipocresía, con transparencia.
Sólo basta que reconozca que el Señor puede hacer esa obra en su existencia. Jamás olvide que
hacen falta cristianos íntegros en medio de una sociedad corrupta.
Tomado de la revista “Momento de Decisión”, www.mdedecision.com.ar
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