El documento discute la necesidad de ritos de paso cívicos laicos organizados por los ayuntamientos para eventos importantes como nacimientos, matrimonios y funerales. Propone que los ayuntamientos ofrezcan espacios para celebrar estas ocasiones sin contenido religioso y asesoramiento para las familias, respetando la libertad de creencias. Actualmente, la mayoría de estas ceremonias tienen lugar en entornos confesionales, lo que puede no ser coherente con las cosmovisiones de todos los ciudadanos.