El documento describe el origen y la técnica del mosaico romano. Explica que los romanos adoptaron el arte del mosaico de los griegos y lo convirtieron en una industria. Detalla que los mosaicos romanos se hacían con pequeñas piezas de piedra, vidrio o cerámica llamadas teselas que los artistas colocaban como un rompecabezas usando cemento para pegarlas. Finalmente, señala que los mosaicos romanos se consideran pinturas hechas de piedra y que sus temas no tenían identidad propia.