Vladimir Putin ordenó el ataque a Ucrania el 24 de febrero de 2022, justificando que la expansión de la OTAN y el desarrollo militar de Ucrania eran inaceptables para Rusia. Las tropas rusas han atacado varias regiones de Ucrania, incluida Kiev. Esta es la última guerra en Europa entre los separatistas prorrusos con apoyo de Moscú y el ejército ucraniano.