Sevilla experimentó un nuevo florecimiento económico después de la reconquista y el descubrimiento de América que llevó a una edad de oro. Se convirtió en la ciudad más grande de España y uno de los puertos más importantes de Europa. Sin embargo, sufrió una crisis en el siglo XVII debido a la peste, las hambrunas y la pérdida de riqueza de América.
2. Con la reconquista y el descubrimiento de América, Sevilla tuvo un nuevo
florecimiento económico que trajo además una edad de oro y una época
artística donde se progreso en todos los campos del arte. La ciudad creció
hasta convertirse en la más grande de España y por ser “El Puerto de Indias”,
se situó como una de las más importantes de Europa. La ciudadanía tuvo que
adaptarse a los nuevos cambios políticos y religiosos, atenerse al catolicismo
como única religión permitida y soportar pagos tanto en impuestos para los
reyes como para la iglesia. Por otra parte, el cambio de situación para los
siervos permitió que éstos pudiesen elegir otras posibilidades.
4. La catedral de Sevilla es la catedral gótica cristiana más amplia del mundo y su
construcción fue finalizada en el 1.506, después de algunas rectificciones,
cambios de constructores y varios problemas de realización. El proyecto finalizó
cuando daba comienzo una de las épocas más majestuosas de la ciudad de
Sevilla, puesto que después del descubrimiento de América, la ciudad se
convirtió en el enlace principal de América. Además, el comercio marítimo con
otros países europeos aumentaron el prestigio de una ciudad que se convirtió
en la más grande de España rozando los 130.000 habitantes en 1.588. La
ciudad era un centro económico multicultural, ya que las riquezas que venían
desde América daban para que se establecieran todo tipo de comercios y
negocios. De esa época son la mayoría de edificios del centro histórico, como el
ayuntamiento, la iglesia el Salvador o la Casa de la Lonja entre otros.
6. El edificio que hoy conocemos como Archivo de Indias, dispone de unos 40.000
documentos referentes a aspectos sobre los tratos que se realizaban entre
continentes, pero no fue hasta 1.785 que este edificio se convirtió en lo que es
hoy. Antes, fue la Casa de la Lonja, un edificio que fue ordenado construir por
Felipe II y que se abrió a los comerciantes a partir de 1.598. El motivo de la
construcción de este edificio fue que la ciudad tuvo un auge de comerciantes y
tratantes que realizaban y cerraban los tratos en las cercanías y las propias
gradas de la catedral. Esto implicaba que muchos animales estuvieran en las
cercanías, así como estuviese todo plagado de alimentos y objetos, algo que
generaba mucha suciedad a los alrededores de la catedral y era algo que no
era aceptado por los sacerdotes. La gota que colmaba el vaso de la paciencia
de los clérigos, era que en días lluviosos, los comerciantes no tenían reparos en
cerrar los acuerdos en el interior del templo por lo que, en la segunda mitad del
siglo XVI, se instalaron las cadenas en los alrededores de la catedral y se
contrataron alguaciles para impedir que se cerrasen tratos en las cercanías.
Felipe II ordenó construir la casa de la Lonja, para que así, los mercaderes
tuviesen un lugar donde cerrar sus tratos sin molestar a nadie, y para que fuese
sede de la casa de la contratación donde se registraban los movimientos entre
continentes, las contrataciones de tripulación, las mercancías que salían o
entraban en Sevilla, se llevaban a cabo juicios por actividades marítimas,
control de la criminalidad marítima, etc.
8. El edificio del hospital de las Cinco Llagas es en la actualidad usado para
albergar el parlamento de Andalucía, pero su historia, está arraigada al auge y
la caída que tuvo la ciudad de Sevilla. La primera sede del hospital estuvo en la
parroquia de Santa Catalina y contaba únicamente con quince camas. Fue
financiado por Doña Catalina de Ribera y gracias al capital que heredó el
hospital de Fadrique Enríquez de Ribera, así como de las muchas donaciones
que recibió (eran los comienzos de la época dorada de Sevilla), el hospital
consiguió un patrimonio importante que utilizó para construir la nueva sede, la
cual se inauguró en 1559. En un principio en el hospital era sólo para mujeres,
pero algunas bulas papales le impusieron atender también a hombres. El
hospital vio todo el auge de Sevilla, que se convertiría en la ciudad más
importante de la península, pero también vería su caída, sufriendo en 1649 una
de sus crisis más difíciles de superar con los desastres que causó la
enfermedad de la peste, que causó la muerte de los administradores del
hospital y de casi la mitad de los sevillanos, reduciendo la población de 130.000
a 70.000 personas. Este hecho, sumado a que vinieron años de hambruna por
epidemias de insectos, sequías y sumando el hecho de que las riquezas que
llegaban de América, salían del país de inmediato por las deudas de Felipe IV,
ocasionaron un malestar social y una decadencia que fue la sombra más feroz
de los años dorados.