Este salmo expresa la confianza total del salmista en Dios, a quien pide protección contra sus enemigos y perdón por sus faltas de juventud. Luego reflexiona sobre el verdadero temor de Dios, que es respeto y confianza, no miedo. Finalmente, el salmista vuelve a suplicar a Dios por ayuda ante sus problemas. El salmo también se puede entender en relación con la confianza de Jesús en Dios y ofrece consuelo a los creyentes en tiempos difíciles.