2. SAN BENITO,
nació en
Nursia, Italia en el
año 480, hermano
gemelo de Santa
Escolástica.
Estudio en Roma
abandonando la
ciudad y se retiro a
las montañas de
Subiaco; buscando la
soledad como ayuda
a su vida cristiana.
3. Fundó la
Orden de los
Benedictinos
Escribe la Regla
benedictina,
su objetivo:
buscar a Dios,
rescatar almas.
Obediencia, humildad,
trabajo, fe y caridad.
“Ora y labora”
5. En 1602 llegan a
México, monjes
benedictinos
procedentes de
Monserrat de
Barcelona.
Su labor litúrgica,
y caritativa
siguió siempre
las pautas
benedictinas.
6. La espiritualidad
benedictina contempla
la liturgia como parte
muy importante en
su diario vivir frente a
Dios y frente a los demás.
La oración de la
liturgia de las horas,
con cantos gregorianos
alternándolo con el
trabajo.
7. Con la ayuda
de su hermana
fundaron
monasterios y
abadías para
para monjas
benedictinas.
8. A los 40 años abandono Subiaco, construye una
escuela, en la que guiado por el evangelio, busca a
Dios; con la ayuda de sus discípulos funda un nuevo
monasterio: Monte-Casino, donde pasa el resto de
su vida.
Muere allí el 11 de julio del año 547; dejando una
impresionante fama de santidad y de guía espiritual
de aquellos que dejando todo, no anhelan otra cosa
sino seguir a Cristo verdadero Rey y Señor.
“No anteponer nada al amor de Dios”
9. .
hábito obscuro, en una mano,
porta la Regla de la orden y
en la otra, el báculo de Abad.
El báculo, representa
al pastor que vela por la
integridad de su rebaño.
El espino ardiente
que San Benito
sostiene en su mano
significa:
“LA CASTIDAD”
Iconografía de San Benito:
10. Siendo laico,
se puede pertenecer
a la orden benedictina
a través de una:
“oblación personal”;
viviendo la Regla de
San Benito Abad.
11. Que unamos nuestros
sufrimientos para la redención
de nuestros pecados.
Amén.
Oración
San Benito intercede para
que también nosotros
podamos encontrarlo y así
vivamos en el amor del
Eterno Padre y en la victoria
de la Cruz de su Hijo.
12. La cruz
como una señal
bienhechora
que simboliza la
pasión salvadora de
Cristo,
por la cual fue
vencido el poder
del mal y
de la muerte.
Padre Eugenio García Siller, OSB