El documento habla sobre el profeta Ezequiel, quien fue llevado cautivo a Babilonia en el año 597 a.C. y llamado a ser profeta a los 30 años para combatir la idolatría y corrupción entre los desterrados. También describe brevemente a San Ezequiel Moreno, quien fue beatificado en 1975 y canonizado en 1992, como un modelo de fidelidad al evangelio y pastor según el corazón de Cristo.
2. Ezequiel, hijo de Buzó, de linaje sacerdotal,
fue llevado cautivo a Babilonia junto con el
rey Decanías de Judá (597 a. C.) e internado
en Tel-Abir a orillas del río Cobrar. Cinco
años después, a los treinta de su edad (cf. 1,
1), Dios lo llamó al cargo de profeta, que
ejerció entre los desterrados durante 22
años, es decir, hasta el año 570 a. C.
3. La misión del Profeta Ezequiel consistió
principalmente en combatir la idolatría, la
corrupción por las malas costumbres, y las
ideas erróneas acerca del pronto regreso a
Jerusalén. Para consolarlos pinta el Profeta,
con los más vivos y bellos colores, las
esperanzas de la salud mesiánica.
4. Beatificado el 1 de Noviembre de 1975 y
canonizado el 11 de Octubre de 1992 en
Santo Domingo con ocasión del V centenario
de la evangelización de América.
5. Te damos gracias, Padre y Señor
nuestro, porque has querido darnos en San
Ezequiel Moreno un acabado modelo de
fidelidad al Evangelio, un perfecto y ardiente
operario de su viña y un Pastor según el
Corazón de tu Hijo. Te pedimos, por su
intercesión, nos concedas vivir con alegría
nuestro testimonio cristiano e imitar, sobre
todo, su ardiente amor a Ti y su plena
disponibilidad al servicio de la Iglesia y de los
hombres. Amén.