El documento describe lo que Dios quiere de los jóvenes. En la sección II, enumera cuatro cosas que Dios quiere: que los jóvenes lleven una vida limpia, tengan una conducta recta, sean una influencia positiva para otros, y que su espíritu sea más fuerte que su carne. Luego, las conclusiones enfatizan que Dios quiere que los jóvenes sean fieles a Él a pesar de las dificultades del mundo, y que Jesús es un ejemplo de alguien que permaneció fiel a Dios