En su discurso, la Verdadera Madre habla sobre la necesidad de unirse para lograr la paz mundial. Ella dice que los Verdaderos Padres, que Dios y la humanidad han estado esperando, ya han llegado y que las naciones deben unirse a ellos para establecer una cultura de amor y cuidado mutuo. Ella pide a los líderes mundiales que cumplan con su responsabilidad de guiar a la gente hacia un mundo pacífico.