El segundo concilio de la sociedad Yoruba discutió si los esposos pueden venerar el Ori de su cónyuge y si los hijos pueden venerar el Ori de sus padres, concluyendo que es posible siempre que se haga con honestidad y no para obtener beneficios personales. También aprobaron un reglamento para preservar la ética de los miembros y eligieron nuevos secretarios general y de proyectos sociales.