Este documento discute las dificultades del proceso de adopción en Puerto Rico, incluyendo los altos costos (hasta $14,000 para una familia), la falta de padres adoptivos dispuestos a adoptar niños mayores o con necesidades especiales, y el discrimen hacia niños que no coinciden con las preferencias de los padres adoptivos como en cuanto a raza u origen étnico. También describe los esfuerzos del Departamento de la Familia para facilitar el proceso de adopción a través de un registro estatal, pero señala que
1. Universidad
del
Sagrado
Corazón
Santurce,
PR
Por
un
pedazo
de
papel
Anaeli
Carrillo
Avilés
PER
425
Serie
Investigativo
2. Un menor es removido de su hogar por el Departamento de la Familia.
Un grupo de hermanos es separado porque no existen parejas que opten por
la adopción de hermanos. Una pareja en espera de adopción recibe esa
llamada del trabajador social que les informa que ya encontraron al niño o
niña para ellos. Una menor queda embarazada y decide dar en niño en
adopción. Un menor se escapa de un hogar sustituto.
Estos son algunas de las situaciones que se viven a diario en el País y
que dejan al descubierto las dificultades del proceso de adopción en la Isla,
además de la precaria situación en las que viven muchos menores en Puerto
Rico.
Pero, ¿Qué estamos haciendo para corregirlo?¿Qué están haciendo
las agencias de gobierno para mejorar el proceso de adopción en la Isla?
¿Qué esta haciendo el Departamento de la Familia (DF) para mejorar sus
programas de hogares sustitutos?
Actualmente en Puerto Rico, existen 5,099 menores bajo la tutela del
Departamento de la Familia y sólo 1,055 tienen plan para adopción, pero
solamente 237 niños están libres para ser adoptados. Estos números
denotan el gran problema que tiene el DF para brindarle un hogar
permanente a los menores que tienen bajo su custodia.
“Quiero a mi hijo bebé, blanquito, de pelito lacio, ojos claros, sin
hermanos, que no haya sido maltratado y que se parezca a nosotros”. Esa es
la descripción que ofrecen muchas parejas o personas solteras al
Departamento de la Familia cuando describen al menor que desean adoptar.
Pero el verdadero problema recae en el patrón de maltrato al que
fueron sometidos la mayoría de los niños antes de terminar bajo la custodia
del Estado, lo que dificulta aún más el proceso de adopción, pues ya sea por
desinformación o prejuicios estos niños sufren de cerca el rechazo de
muchos padres adoptivos, por algo que ellos no podían o pueden controlar.
Es hora de conocer que la mayor población de la Isla no es blanquita
y de ojos claros, que la mayoría de los niños en espera de adopción han
sufrido algún tipo de maltrato en su hogar antes de ser removidos, que son
partes de un grupo de hermanos, que tienen algún tipo de condición de salud
y que es muy difícil el que se parezcan a los candidatos a padres adoptivos.
Es momento de reconocer, que en la Isla hay una necesidad grande
de padres adoptivos y de leyes nuevas que busquen facilitar los procesos. Es
momento de dejar atrás el discrimen hacia estos niños que realmente solo
buscan un hogar para crecer, con padres a los que amar.
3.
Altos
costos
y
discrimen
imposibilitan
adoptar
Éste es el primero de una serie investigativa de tres reportajes
sobre la dificultad para adoptar menores en Puerto Rico. En este
reportaje presentaremos las principales dificultades que hacen del
proceso de adopción uno complicado.
Para
una
familia
en
Aguas
Buenas,
su
deseo
de
adoptar
a
una
pareja
de
hermanos
ronda
los
$14
mil;
cifra
que
resulta
algo
absurda
para
obtener
un
pedazo
de
papel.
Al
comenzar
un
proceso
de
adopción
privado
en
la
Isla,
muchos
tienen
la
idea
de
que
será
más
rápido,
menos
invasivo
y
hasta
más
económico
que
una
adopción
por
el
Departamento
de
la
Familia
(DF),
pero
la
realidad
es
otra.
La
adopción
es
un
proceso
legal
que
transfiere
los
derechos
que
tienen
los
padres
biológicos
sobre
un
menor
a
una
parte
adoptante
y
por
consiguiente
el
proceso
es
uno
complicado
y
de
mucho
papeleo.
Muchas
personas
por
evitarse
el
sin
número
de
entrevistas,
documentos
y
visitas
por
empleados
del
DF,
optan
por
una
adopción
privada,
como
es
el
caso
de
esta
familia
en
Aguas
Buenas.
“Mi
caso
es
un
poco
más
complicado
que
el
de
muchos,
pues
al
su
mamá
morir
y
el
papá
del
nene
chiquito
también,
yo
tengo
que
esperar
que
la
abuela
del
nene
y
el
papá
de
la
nena
renuncien
a
la
Patria
Potestad
de
los
nenes”,
comentó
Kenia
Rivera,
madre
pendiente
a
adopción.
El
presidente
de
la
Asociación
Puertorriqueña
de
Padres
Adoptivos
(APPA)
explicó
que
el
proceso
por
el
DF
no
es
uno
tan
costoso
como
el
de
la
familia
de
Aguas
Buenas
pero
que
mayormente
una
adopción
en
Puerto
Rico
los
gastos
ascienden
de
$2
mil
a
$3
mil.
Actualmente
en
la
Isla
existen
1,055
menores
con
plan
permanente
de
adopción
y
sólo
237
están
totalmente
libres
para
ser
adoptados
de
los
cuales
la
mayoría
son
mayores
de
7
años,
pertenecen
a
un
grupo
de
hermanos
o
simplemente
tienen
alguna
condición
de
salud
que
dificulta
su
adopción.
Pero
para
la
especialista
en
adopción
del
DF,
Nancy
Martínez,
la
cifra
no
es
indicativo
de
las
dificultades
del
proceso,
más
bien
es
un
reflejo
de
la
gran
cantidad
de
menores
que
dependen
del
sistema
y
la
características
que
buscan
los
futuros
padres
adoptivos.
4. “No
es
un
proceso
difícil
más
bien
son
los
mismos
padres
que
desean
adoptar
los
que
se
ponen
las
trabas
en
el
proceso”,
explicó
Martínez.
Desde
el
2009
se
creó
un
Registro
Estatal
Voluntario
de
Adopción
en
Puerto
Rico
(REVA),
con
el
propósito
de
incluir
en
una
sola
lista
a
todos
los
menores
en
plan
de
adopción
y
a
todas
las
partes
interesadas
en
adoptar
en
la
Isla.
Este
registro
cuenta
con
una
descripción
extensa
de
los
menores
candidatos
a
adopción
en
Puerto
Rico
y
las
características
de
los
padres
interesados
en
la
adopción
en
la
Isla.
Entre
las
características
que
aparecen
en
el
registro
están
edad,
sexo,
raza,
hasta
trasfondo
familiar,
social
y
psicológico,
además
de
las
especificaciones
que
desean
del
menor
a
adoptar.
Para
Martínez,
es
esta
la
mayor
dificultad
en
el
proceso
de
adopción,
pues
“muchos
padres
tienden
a
ser
muy
específicos
en
estas
características,
lo
que
nos
limita,
por
que
muchos
de
nuestros
menores
no
cumplen
con
esas
características”.
“Muchos
de
estos
padres
no
toman
en
cuenta
que
la
mayoría
de
nuestros
menores
son
removidos
de
sus
hogares
por
patrones
de
maltrato,
y
muchos
de
estos
padres
que
buscan
adopción
especifican
que
no
quieren
menores
con
historial
de
violencia
en
la
familia”,
añadió
Martínez.
Según
la
Ley
de
Reforma
Integral
de
Procedimientos
de
Adopción
de
2009,
el
proceso
de
adopción
de
un
menor
en
Puerto
Rico
no
debe
exceder
más
de
75
días
desde
sus
comienzo
hasta
la
resolución
final.
Cifra
que
no
representa
la
realidad
de
muchos
menores
en
la
Isla
que
muchas
veces
viven
en
estos
hogares
pre-‐adoptivos,
con
el
miedo
de
ser
removidos
otra
vez,
luego
de
haber
creado
lazos
con
sus
familias
adoptivas.
Para
la
profesora
y
trabajadora
social,
Islia
Rosado,
este
periodo
lo
que
busca
es
una
transición
mas
rápida
y
menos
traumática
para
el
menor
adoptado,
razón
principal
por
la
que
se
adoptó
en
dicho
tiempo.
Lo
complicado
del
caso
de
esta
familia
de
Aguas
Buenas
es
que
los
menores
quedaron
huérfanos,
luego
del
asesinato
de
la
madre
de
los
menores
y
cuñada
de
Rivera,
en
un
caso
de
violencia
doméstica
en
el
2011,
por
lo
que
el
matrimonio
decidió
comenzar
el
proceso
de
adopción
de
los
niños.
Proceso
que
vieron
obligados
a
posponer
luego
de
tres
años,
pues
los
trámites
de
la
adopción
privada
ascienden
a
casi
$14,000,
entre
gastos
del
abogado,
publicación
de
edictos
en
rotativos
del
país,
documentos,
sellos
y
certificaciones.
5. En
este
caso
es
necesario
el
que
se
publiquen
edictos
en
un
rotativo
del
país,
para
darle
la
oportunidad
de
reaccionar
a
otros
familiares
de
los
menores,
pues
la
ley
establece
prioridad
en
según
los
grados
de
consanguinidad
para
con
los
menores.
Según
la
abogada
Carmen
Quiñones,
las
consultas
de
un
abogado
en
un
proceso
de
adopción
pueden
ascender
a
$60
la
hora,
cantidad
con
la
que
concuerdan
muchos
profesionales
legales.
En
el
DF
existen
alrededor
de
180
menores
que
pertenecen
a
un
grupo
de
hermanos,
lo
que
hace
mas
difícil
la
adopción
de
los
niños,
pues
el
objetivo
del
departamento
es
no
separarlos.
Pero
esto
cada
vez
es
mas
difícil
pues
la
cantidad
de
padres
que
desean
adoptar,
y
que
tienen
la
disponibilidad
de
aceptar
un
grupo
de
hermanos
son
cada
vez
menos.
Esto
obliga
al
DF
a
la
separación
de
estos
menores.
“Es
triste
ver
como
se
separan
estos
grupos
de
hermanos,
por
el
hecho
de
que
los
padres
a
adoptar
no
desean
acoger
a
grupo
de
hermanos”,
comentó
Sasha
Rivera,
trabajadora
social
del
Hogar
Cuna
San
Cristóbal.
Niños
discapacitados
En
la
Isla
existen
menores
pendientes
a
adopción
con
discapacidades,
que
son
puestos
en
el
sistema
del
DF
y
son
pocos
los
padres
que
se
entusiasman
con
la
adopción
de
estos
menores.
Según
un
informó
Martínez,
menos
del
1
por
ciento
de
los
menores
con
discapacidades
son
adoptados
en
la
Isla.
“Para
promover
la
adopción
de
estos
menores
el
departamento
brinda
ayuda
económica
a
los
padres
que
acepten
la
adopción
de
un
menor
con
necesidades
especiales”,
comentó
Martínez.
Pero
no
todo
es
malo,
pues
existen
padres
que
entre
las
características
que
buscan
de
un
menor
es
el
que
tengan
necesidades
especiales.
“Recientemente
tuve
la
oportunidad
de
ubicar
a
una
niña
con
Síndrome
Down
en
un
hogar
adoptivo,
donde
la
madre
específicamente
pidió
menores
con
esta
condición,
pues
su
hermana
menor
también
tiene
este
síndrome”,
comentó
Marisely
Báez,
trabajadora
social
del
DF.
El
objetivo
principal
de
la
adopción
en
el
DF
es
el
que
todo
niño
tenga
la
oportunidad
de
crecer
en
un
hogar,
seguro
y
lleno
de
amor.
Pero
la
desinformación
y
los
prejuicios
llevan
a
estos
menores
con
necesidades
a
no
ser
adoptados,
lo
que
complica
el
estatus
de
adopción
de
este
grupo
de
niños.
6.
En la edición de mañana será publicado el segundo de una serie
investigativa de tres reportajes sobre la dificultad para adoptar
menores en Puerto Rico, que tendrá como tema las dificultades que
tienen las parejas homosexuales para adoptar en la Isla.
7. Adopción: ¿Opción para las parejas homosexuales?
Éste es el segundo reportaje de una serie investigativa de tres
reportajes sobre la dificultad para la adopción de menores en Puerto
Rico. En este reportaje presentaremos las dificultades que tienen las
parejas homosexuales para adoptar en la Isla.
En Puerto Rico existen 1,055 menores con adopción como plan
permanente en el Departamento de la Familia (DF) y sólo 421 personas
inscritas en el Registro Estatal de Voluntarios de Adopción (REVA), registro
que utiliza el DF para las personas que buscan adoptar en la Isla.
Ciertamente estas cifras sólo brindan una idea de la competitividad
que existe entre los posibles padres adoptantes que están registrados en
REVA, que no solamente tienen que esperar pacientemente por menores que
cumplan con las características que ellos desean, sino que para las personas
homosexuales el proceso es más complicado.
Es el mismo DF que le da prioridad a las parejas en el registro, pues
aunque una adopción por personas solteras es aceptada, es el mismo
sistema el que busca la colocación de menores en custodia del Estado en
hogares donde ya exista una familia.
En el caso de parejas del mismo sexo la Constitución del Estado Libre
Asociado, no reconoce su matrimonio. Lo que impone una traba mayor en el
proceso de adopción de estas parejas.
Por lo que muchas parejas recurren a comenzar el proceso de
adopción como personas solteras, aunque tengan mayor estabilidad en sus
relaciones que muchas parejas de distinto sexo inscritas en el registro.
Y tal es el caso de Ángel Ocasio, padre adoptivo de una pareja de
hermanos que llevaba intentando completar un proceso de adopción ya hace
ocho años.
“Mi pareja y yo siempre hemos querido comenzar una familia y no se si
fue el cambio de administración en el gobierno, pero hace un año atrás pude
culminar el proceso de adopción de una parejita de hermanos”, comentó
Ocasio.
8. Ocasio que lleva 15 años de en una relación monógama homosexual,
esta convencido que la bendición fue el toparse con una trabajadora social
que buscaba realmente el bienestar de los menores bajo su responsabilidad.
Pero no todos los ciudadanos ven con buenos ojos los cambios
drásticos en los roles tradicionales, pues recientemente han sido muchos los
grupos religiosos que hacen una interpretación muy radical a los dogmas de
sus creencias.
Y tal es el caso de los grupos conservadores que rechazan
tajantemente el proyecto del senado 437 (PS 437). Este proyecto como nos
menciona su autora, la senadora Mari Tere González, lo que busca es
“…brindar los derechos que tienen cualquier familia constituida por un
hombre y una mujer a parejas de personas del mismo sexo”.
No es el hecho de quitarle méritos a la familia tradicional, sino más
bien expandir los mismo derechos que tienen ellos a estas parejas que
también tienen el deseo de formar una familia.
“El sector fundamentalista religioso realiza una interpretación muy
radical de sus dogmas y muchas de sus interpretaciones tienen como
resultado el discrimen con grupos de nuestra sociedad y el reconocimiento de
sus derechos humanos, pues eso es lo que son, seres humanos que tienen
los mismo derechos que ellos”, destacó la senadora.
Y es que con el reciente rechazo del Tribunal Supremo a la petición de
adopción de la hija biológica de su pareja por parte de la compañera
sentimental de ella, se creó una gran necesidad de legislar a favor de este
tipo de adopción.
Adopción que ya esta reconocida en seis estados de los Estados
Unidos y varios países alrededor del mundo.
“Cuando en una decisión del Tribunal Supremo, donde los
fundamentos deben ser de estricto derecho se citan fundamentos bíblicos, es
inevitable preocuparnos…por eso presenté el PS 437”, añadió González.
El proyecto de ley que se encuentra referido a la Comisión de lo
Jurídico, Seguridad y Veteranos, actualmente cumple con el espacio de
vistas publicas en las cuales se han expresado muchos grupos a favor y con
tan sólo uno en contra.
Pero el mayor rival de este proyecto no son las vistas publicas, sino
mas bien es la voluntad del cuerpo legislativo de ayudar a combatir el
discrimen que sufre la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y
Transgéneros (LGBT) ante las leyes de este País.
9. “Los legisladores no deben caer en la trampa de las presiones políticas
que realiza el sector fundamentalista del País. Tenemos el deber de velar por
los principios constitucionales que nos brinda al ser humano una dignidad
inviolable y la igualdad ante la ley de todos sus ciudadanos”, destacó
González.
Existen variadas opiniones sobre ¿cuan viable será el extenderle la
oportunidad de adopción a parejas del mismo sexo en la Isla?
Muchos afirman que tal practica va en contra de lo que la naturaleza
exige, pero otros lo ven como lo que realmente es, una forma de ayudar en la
difícil situación de los procesos de adopción en la Isla.
Sasha Rivera, trabajadora social en el Hogar Cuna San Cristóbal,
explicó que un proceso rápido de adopción puede ser de un año, pero que
con la poca cantidad de voluntarios para adoptar esta cifra puede llegar a 5
años.
De aprobarse el proyecto de ley 437, la cantidad de parejas voluntarias
a adopción crecería grandemente, lo que ayudaría a mermar la cantidad de
menores que dependen del Estado.
En un cuestionario realizado recientemente el 73% de los encuestados
afirma que se le debe permitir la adopción de menores a parejas del mismo
sexo, pues además de reducir el discrimen hacia este grupo de personas,
ayudaría grandemente a disminuir la cantidad de menores que esperan ser
adoptados.
Pero lo más importante es que el mismo grupo de encuestados
coinciden en que la razón principal por la que se debate el proyecto recae
sobre las doctrinas religiosas que causan el mayor discrimen sobre la
sociedad.
Y mientras unos grupos buscan el bienestar total de los menores bajo
custodia del Estado, estos grupos buscan tentar la separación Iglesia-Estado
que garantiza la Constitución de Puerto Rico.
Por otro lado, este derecho de permitirle la adopción a parejas del
mismo sexo, no solamente es un paso en contra del discrimen en la
sociedad. Sino más bien una oportunidad de que ambas figuras parentales
tengas los mismos derechos familiares sobre el niño o la niña.
Ya que en una emergencia medica, la ley sólo reconoce al padre
biológico como el tomador de decisiones en momentos en que la salud del
menor esta en riesgo.
10. Además como las leyes de la Isla no reconocen el matrimonio entre
personas del mismo sexo, los padres o madres no biológicos del menor no
pueden extender sus beneficios de plan médico a los menores que no hayan
sido adoptados legalmente.
De aprobarse el PS 437 se reconocería el derecho a la herencia de
bienes para el menor por parte de su padre o madre no biológico, derecho
que esta implícito para los hijos no biológicos reconocidos de las parejas en
un matrimonio legal.
Por lo tanto la situación en la que se encuentran muchas parejas
homosexuales que persiguen la adopción de menores, ya sean hijos
biológicos de sus compañeros sentimentales o menores bajo la tutela del DF,
es una muy delicada y de muchas trabas.
Y sólo nos queda esperar a que los legisladores de Puerto Rico
respondan al mejor bienestar de los miles de niños al amparo del Estado y el
puedan reconocer que todos los seres humanos son iguales ante la ley.
En la edición de mañana será publicado el tercer y último reportaje
de una serie investigativa sobre la dificultad para la adopción en
Puerto Rico , que tendrá como tema las dificultades que enfrentan los
menores a la espera de adopción en los hogares de crianza.
11. Y yo, ¿aquí me quedo?
Hoy finaliza la serie investigativa de tres reportajes sobre la
dificultad para la adopción de menores en Puerto Rico. En este
reportaje presentaremos las dificultades que enfrentan los menores a
la espera de adopción en los hogares de crianza.
A primera vista es un simple salón de juegos, donde puedes ver a
niños dibujando, jugando y hasta niñas jugando a ser estilistas. Un lugar
rodeado de risas de niños y niñas, pero también puedes ver esa carita triste
que con sólo una mirada te rompe el corazón.
Este es el caso de muchos menores cuya custodia le pertenece al
Departamento de la Familia (DF) que habitan en los hogares de crianza que
sirven como hogar temporero para los niños y niñas que esperan adopción en
Puerto Rico.
Estos hogares continuamente tienen que batallar con el sobrecupo, la
falta de fondos, la falta de empleados o voluntarios, el maltrato por parte de
algunos padres sustitutos y las separaciones de muchos de los grupos de
hermanos que llegan a sus puertas.
“Lo cierto es que muchos de los menores que esperan por una
adopción en la Isla provienen de ambientes donde la negligencia y el maltrato
era lo cotidiano para ellos”, explica Islia Rosado, profesora y trabajadora
social.
Muchos psicólogos concuerdan que es muy difícil el que un menor de
2 años que ha sido expuesto desde bebé a un patrón de maltrato, no termine
exponiendo algún tipo de conducta violenta.
Y ciertamente estos menores pagan el precio de la conducta de sus
padres, pues muchos ya sea por imitación o por alguna forma de auto
defensa tienden a tener conductas violentas, por lo que muchas veces es
difícil el completar su adopción.
12. El DF actualmente tiene bajo su custodia a 5,799 menores que se
distribuyen entre los 1,250 hogares de crianza licenciados por la agencia.
Pero no se puede esconder la realidad, pues los números anteriores
no son muy alentadores para los menores en el sistema que esperan ser
adoptados en la Isla.
Y la realidad es que cada día se remueven mas menores de sus
hogares, que terminan en los ya sobre habitados centros u hogares de
crianza, victimas de la negligencia por parte de la agencia gubernamental que
tiene como misión el bienestar de los menores en la Isla.
“A mi hermano de 11 años lo removieron de casa de su papá, y por no
tener espacio en el hogar tuvo que dormir en el cuarto de juegos del centro al
que lo llevaron”, explicó Amaris Sotomayor, hermana de un menor removido
por el DF.
Lo mas impactante es que al DF darse cuenta del lugar de descanso
del niño, lo removieron del centro y lo trasladaron a las oficinas del DF en
Aguadilla, hasta que la madre del menor logró hacer los arreglos en el hogar
de una persona de confianza que pudiese recibir el menor por unos días a la
espera de que el DF decidiera el lugar permanente para trasladar al niño.
Y ciertamente es el caso de los 1,055 menores que esperan ser
adoptados en la Isla, pues son a estos hogares donde son trasladados, tal
vez con pocas o ninguna de sus pertenencias en horas de la madrugada.
Muchas veces estos hogares licenciados cumplen con los requisitos
que exige el DF para estos centros. Pero la realidad es que también existen
casos en que solo buscan el estipendio que les brinda el Departamento por
“cuidar” de sus menores.
“Como tu explicas que un bebé tome 16 onzas de leche, simplemente
no le habían dado comida”, cuenta Kenia Rivera, madre pendiente adopción
de un menor removido.
Pero este no es el único caso de negligencia en algún hogar sustitutos,
pues en el pasado se han dado a conocer casos de menores que escapan de
los hogares o que tienen que ser removidos del hogar sustituto por patrones
de maltrato o negligencia.
Según la Administradora auxiliar de Cuidados Sustitutos y Adopción,
Elsa Rodríguez Valentín, existen muchos reglamentos que regulan estos
centros que son inspeccionados periódicamente por trabajadores sociales del
DF y ella misma.
13. Pero todo apunta a que no son suficientes los reglamentos, visitas
sorpresas e inspecciones, pues sea un caso aislado o la norma en estos
casos, la negligencia a la fueron sometidos estos dos hermanitos no debería
existir en los hogares temporeros o sustitutos bajo la agencia gubernamental
Por otra parte, existen hogares o albergues temporeros que todos los
días reciben menores, unos en espera para adopción y otros simplemente
como un lugar de espera por la rehabilitación de los padres.
“La agencia siempre tiene como objetivo el que los padres puedan
rehabilitarse y tener un retorno al hogar del menor, pero cuando esto no
sucede es que los menores son considerados para un plan de adopción”,
comentó Nancy Martínez, especialista en adopción del Departamento de la
Familia.
Es triste el ver como entre mas pasa el tiempo para estos niños mas
difícil será conseguirle un hogar permanente que los quiera adoptar.
“Y es que podemos tener muchos niños para la adopción, pero si al
momento que una pareja o persona solicita ser considerada para adopción se
establecen unos criterios o características con los que debe cumplir el menor,
si no los cumplen todos simplemente quedan excluidos de la posibilidad de
ser adoptados”, afirmó Rodríguez Valentín.
Tal es el caso de un trio de hermanos que llegaron al Hogar Cuna San
Cristóbal entre las edades de tres meses a cinco años de edad. Este grupo
de hermanos que fue removido de su hogar por un patrón de maltrato por
parte de la madre, fue colocado en el programa de adopción del DF. Y en tan
solo un mes ya dos de ellos habían sido colocados en hogares pre-adoptivos,
en espera de finalizar el proceso de su adopción.
Pero el hermano mayor que ya tiene siete años su suerte no ha sido la
misma, pues por edad sufre el rechazo de muchos de las personas en el
Registro Voluntario de adopción (REVA) de la Isla.
“A uno se le parte el corazón al ver un grupo de hermanos separarse,
pues ellos no tienen la culpa de los errores de la madre y mas aun el ver
como al mas grande se le da de codo solo por su edad o apariencia física”,
comentó Cristina Padilla, voluntaria del Hogar Cuna San Cristóbal por 5 años.
También existen casos en los que el rechazo es aun mayor por parte
de la familia pre-adoptiva, ya que existen casos en los que los menores son
ubicados con una familia pre-adoptiva, pues el menor cumple con los criterios
que solicitó la familia. Pero en poco tiempo y sin haber finalizado el proceso
de adopción, esta familia decide regresar al menor al DF.
14. “Son muchos factores los que influyen en la decisión de la familia de
devolver al menor, pero el mas común, es la falta de química entre los padres
y el niño o niña”, explicó Félix Correa, Presidente del la Asociación
Puertorriqueña de Padres Adoptivos (APPA).
Para Correa esto no es otra cosa que falta de información y consejería
de lo que realmente se necesita cuando se decide comenzar el proceso de
adopción.
“Y para eso esta la APPA, para brindar esa información y consejos del
tramite por personas que se encontraron en el mismo proceso de adopción
que tu y diciéndote lo que no te dice el Departamento” añadió Correa.
Y este no es un caso aislado, pues estos factores son los que influyen
grandemente en la toma de decisiones de muchas de las personas en el
REVA y con la que se forman criterios irreales que extienden el proceso de
adopción.
Por lo que los casos de menores mayores de siete años o con
necesidades especiales o pertenecientes a un grupo de hermanos, casos
difíciles que pueden tardar años esperando para completar un proceso de
adopción.
Mientras tanto, estos niños siguen jugando, corriendo y riendo a la
espera de ese momento en el que puedan volver a tener una nueva familia.