La sexualidad humana es más que un atributo biológico, es parte integral de la identidad de una persona como hombre o mujer. La sexualidad se expresa de maneras biológicas, psicológicas y socioculturales y debe vivirse de forma humana a través del encuentro, la comunicación, la libertad y la maduración personal. El amor verdadero se caracteriza por la entrega total, exclusiva y permanente de la persona en cuerpo y alma a través de un proyecto de vida abierto a la fecundidad.