1. LA MUJER Y SU MALA FAMA EN EL DEPORTE
Desde hace demasiado tiempo, por no decir desde siempre, la mujer lucha por unos derechos que
deberían ser otorgados ya que siempre han sido personas. Se les trata como si fueran débiles y
apenas supieran lo que hacen. ¿ Pero acaso esto es cierto? Claro que no. La mujer, como cualquier
hombre, también puede participar en actividades deportivas. ¿ Por qué no iban a poder ? ¿ Por qué
la gente tiene un prototipo equivocado de lo que es la mujer? Ése es el error.
Para mi parecer, tanto hombres como mujeres, tenemos ojos para ver la realidad. Y esa realidad es
que aunque el hombre tenga una capacidad física superior a la que tenemos nosotras, no tiene por
qué ser excusa para que ésta no pueda participar en el deporte que ellas quieran. Sinceramente, esto
no tiene ninguna lógica ya que como muchas veces ha quedado demostrado , a la hora de competir,
cuando se ha podido , la mujer ha conseguido más premios que el hombre, cuando supuestamente,
este tiene más capacidad física. No lo niego, pero no me parece justo que aunque la mujer llegue a
obtener cualidades en el deporte iguales o incluso mejores que el hombre , no se la valore en
absoluto. Ellas pueden lo mismo que ellos. No tendría que ser un problema esa distinción de sexos.
A veces, hasta se llega al punto en el que se hacen especulaciones de que mezclar al hombre y a la
mujer en el deporte, es malo. ¿ Por qué? Porque así nos lo han hecho creer desde siempre. Por eso,
todavía hay países que no toleran que la mujer participe en las Olimpiadas . Pero haciendo esto , no
demuestran nada si luego dentro de sus fronteras las tratan como esclavas haciéndolas trabajar en
actividades agrícolas o cualquier otro trabajo donde las puedan explotar. Al igual que hacen esto ,
podrían hacerlo con el deporte. Si una mujer quiere jugar al fútbol, que juegue y más si los equipos
son mixtos. Ellas pueden hacerlo igual de bien que un hombre. Discriminarlas sólo hace que esta
situación empeore y hay que buscar la igualdad. ¿ Qué tienen ellos que no tengamos nosotras a la
hora de hacer deporte ? Solo nos diferencia un físico... Si se quiere, se consigue.
Mireya Palomino Ojeda 1º Bach. B
2. IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES Y LA PARTICIPACIÓN DE ÉSTAS EN EL DEPORTE
Se ha avanzado mucho en materia de igualdad entre hombres y mujeres pero todavía queda un largo
camino por recorrer.
Desde grandes instituciones se han dado grandes pasos hacia la equidad sexual: la Carta de las
Naciones Unidas, la Declaración de los Derechos Humanos y la Convención de las Naciones
Unidas contra la discriminación hacia las mujeres.
En España, el hecho más significativo fue la aprobación de la ley por la igualdad efectiva entre
mujeres y hombres ( 22 marzo 2007).
Además de estas medidas políticas e institucionales hay que tener en cuenta la importancia del
deporte en esta integración de la mujer. El deporte constituye un motor de cambio social y
promueve la igualdad entre hombres y mujeres.
Mediante el “ Manifiesto por la Igualdad y la Participación de la Mujer en el deporte “ se ha
conseguido implantar las bases para un deporte más equitativo. En este manifiesto las ideas
principales se centraban en orientar al deporte como transmisor de valores de igualdad , garantizar
la plena igualdad de acceso , participación y representación de las mujeres, introducir el principio
de igualdad de oportunidades , reflejar en los medios de comunicación una imagen positiva de las
mujeres en el deporte,...
Tuvimos que esperar hasta los JJ. OO de Barcelona ´92 para ver a una mujer española en un podio
olímpico y a partir de ahí hemos progresado mucho, por ejemplo en los JJOO de Pekin teníamos
una presencia femenina en el equipo español de 42, 6 % y deportistas como Edurne Pasaban han
alzado a España en el exterior. Incluso, sin alejarnos en el tiempo el pasado 24 de febrero Carolina
Ruiz consiguió un triunfo histórico en esquí en la copa del mundo de esquí alpino ( categoría
descenso).
Aun así se siguen dando casos de discriminación a la mujer en el deporte que nos demuestran los
pasos que todavía nos quedan por dar.
Mario Santaella 1º B