3. Gérmenes, como las bacterias, los
virus y los hongos
Parásitos
Células cancerosas
Otras elementos que pueden entrar
en su cuerpo, como el polen
El sistema inmunológico es el sistema de
defensa de su cuerpo. Ayuda a
protegerle de enfermedades e
infecciones. El trabajo del sistema
inmunológico es atacar elementos que
no pertenecen a su cuerpo, como:
INTRODUCCIÓN
5. Mi
afición
favorita
DEFINICION DE ANTIGENO
Mi peli
favorita
Mi
comida
favorita
La unión e interacción específica entre el antígeno y su anticuerpo. La
especificidad de esta unión será muy elevada, ya que cada anticuerpo es único
y específico para un determinado antígeno.
La unión e interacción especifica entre el antígeno y los receptores de
antígeno (por ejemplo receptores de tipo Toll) situados en la superficie de las
células inmunitarias. Esta unión será menos específica pues estos receptores
detectan moléculas conservadas en muchos patógenos.
El sistema inmune reconoce a los antígenos principalmente mediante dos
mecanismos:
Toxinas
Productos químicos
Bacterias
Virus
Un antígeno es cualquier sustancia extraña al
organismo humano que provoca una respuesta del
sistema inmunológico, ya sea por sí solo o después de
haber formado un compuesto con alguna molécula de
mayor tamaño, como por ejemplo una proteína, que
tiene capacidad de unirse a un anticuerpo u otro
elemento de la respuesta inmune.
Los antígenos pueden ser:
6. 1
2
DEFINICION DE
ANTICUERPOS
Los anticuerpos son unas proteínas
que forman parte del sistema inmune
y circulan por la sangre. Cuando
reconocen sustancias extrañas para el
organismo, como los virus y las
bacterias o sus toxinas, las neutralizan.
Una vez el cuerpo se ha expuesto a
una sustancia foránea concreta,
también llamada antígeno, los
anticuerpos producidos para atacarlo
persisten en la sangre, ofreciendo
protección en el caso que, en un
futuro, volvamos a contactar con el
mismo antígeno.
El anticuerpo es una herramienta
para la defensa de las células
huésped, es decir, las células del
organismo que se pueden ver
atacadas por agentes patógenos
como los virus y las bacterias.
Se define al antígeno como cualquier sustancia que provoca la síntesis de anticuerpos por parte del
sistema inmunitario del hospedador. Dicho de otro modo, se trata de una molécula presente en el
organismo patógeno (en general en su cubierta) que es reconocida por las células inmunitarias y propicia
una respuesta de defensa.
Por otro lado, se define al anticuerpo como ‘una proteína producida por el sistema inmunitario del
hospedador cuando este detecta sustancias dañinas (antígenos)’. Cada anticuerpo, también llamado
inmunoglobulina, reconoce una única molécula del agente patógeno que ha ingresado en el organismo.
Así pues, de forma sencilla se podría decir que el antígeno es “la cerradura” brindada por la amenaza,
mientras que el anticuerpo se trata de “la llave” del hospedador que abre la puerta a una respuesta
inmunitaria eficaz. Cuando ambos compuestos se unen por un tipo de “conexión” química llamada no
covalente se forma el complejo antígeno-anticuerpo.
Diferencia
7. TIPOS DE INMUNIDAD IDEAS DESCARTADAS
¡Idea
genial!
Los seres humanos tienen tres tipos de inmunidad:
la innata, la adaptativa y la pasiva.
Un organismo es inmune a un determinado antígeno
cuando es capaz de anularlo sin presentar reacción
patológica. Por tanto, la inmunidad es la capacidad
del organismo para resistir una infección.
8. TIPOS DE INMUNIDAD
Todo el mundo nace con una
inmunidad innata (o natural),
un tipo de protección general.
Por ejemplo, la piel actúa
como una barrera para
impedir que los gérmenes
entren en el cuerpo. Y el
sistema inmunitario sabe
reconocer cuándo ciertos
invasores pueden ser
peligrosos.
INNATA
La inmunidad adaptativa (o
activa) se desarrolla a lo largo
de la vida de una persona. La
inmunidad adaptativa se
desarrolla cuando la gente se
va exponiendo a
enfermedades o se inmuniza a
ellas a través de las vacunas.
ADAPTATIVA
La inmunidad pasiva es un tipo
de protección "prestada" de
una fuente externa y es de
breve duración. Por ejemplo,
los anticuerpos que contiene
la leche materna proporcionan
al bebé una inmunidad de
carácter temporal contra las
enfermedades a que se había
expuesto su madre.
PASIVA
9.
10. Está formada por barreras que impiden que las células
extrañas entren en el cuerpo. Estas barreras son, por
ejemplo, la piel y el moco.
Si las células extrañas atraviesan las barreras, las células
llamadas macrófagos, las atacan para destruirlas.
Una vez destruidas, se muestra el antígeno, que son
partículas que se encuentran en la superficie de las
células extrañas que alertan a otras células para que las
destruyan.
Esto hace que se active la segunda línea de defensa.
En el momento que entran agentes extraños, tales como
virus, bacterias o sustancias dañinas en el cuerpo, se
desencadena la respuesta inmunitaria para defender al
cuerpo.
Pasos de la defensa inmunitaria:
1ª línea de defensa:
RESPUESTA INMUNE ANTE LA INFECCION
11. Esta línea es más específica que la primera.
Los linfocitos B, células presentes en la sangre
que forman parte del sistema inmune, reconocen
los antígenos y generan anticuerpos, que servirán
para marcar a las células extrañas.
Los macrófagos reconocerán las células
marcadas y las destruirán.
Los linfocitos T, también presentes en la sangre,
reconocerán por otra parte, a las células extrañas,
ayudando a activar la respuesta del resto del
sistema inmune. También atacará a las células
afectadas.
2ª línea de defensa:
RESPUESTA INMUNE ANTE LA INFECCION
12. Acción 4
Acción 3
Acción 2
Acción 1
Si el cuerpo no tuviera
defensas contra la infección,
rápidamente sería colonizado
por microorganismos. Estas
defensas requieren un cuerpo
vivo y que funcione
correctamente.
Las barreras naturales son la
piel, las membranas mucosas,
las lágrimas, la cera de los
oídos, el moco y el ácido del
estómago. Además, el flujo
normal de orina elimina los
microorganismos que
ascienden por el tracto
urinario.
El sistema inmunitario
utiliza los glóbulos
blancos (leucocitos) y
los anticuerpos para
identificar y eliminar los
microorganismos que
han atravesado las
barreras naturales.
Las membranas mucosas, tales
como el revestimiento de la
boca, la nariz y los párpados,
también son barreras eficaces.
Generalmente, estas
membranas están cubiertas de
secreciones que combaten a los
microorganismos.
13. VAGINA
TRACTO
URINARIO
TRACTO
GASTROINTESTINAL
VIAS
RESPIRATORIAS
Filtran partículas externas
presentes en el aire inhalado. Las
paredes de la nariz y las vías
respiratorias están cubiertas de
moco. Los microorganismos del
aire quedan atrapados en el moco
y son expulsados al toser o al
sonarse la nariz. El movimiento
coordinado de los cilios
(diminutas proyecciones en forma
de cabello) que revisten las vías
respiratorias contribuye a la
expulsión del moco. Las células
ciliadas arrastran el moco en
dirección ascendente por las vías
respiratorias fuera de los
pulmones.
Cuenta con una serie de
barreras eficaces, como son el
ácido del estómago, las enzimas
pancreáticas, la bilis y las
secreciones intestinales. Estas
sustancias pueden matar
bacterias o impedir que se
multipliquen. Las contracciones
del intestino (peristaltismo, que
desplaza los contenidos del
intestino a través del tubo
digestivo) y el desprendimiento
normal de las células que lo
revisten ayudan a eliminar los
microorganismos nocivos.
También cuenta con varias barreras
efectivas. La vejiga está protegida
por la uretra, el tubo por el que la
orina pasa cuando abandona el
organismo. En los varones, la uretra
es lo bastante larga para que las
bacterias rara vez sean capaces de
alcanzar la vejiga a través de ella, a
menos que, involuntariamente, se
facilite el paso de las bacterias
cuando se introducen sondas o
instrumentos quirúrgicos. En las
mujeres, la uretra es más corta, lo
que a veces permite el paso de las
bacterias a la vejiga. En ambos sexos,
al orinar, se expulsan las bacterias
que hayan podido alcanzar la vejiga.
Es normalmente ácida. La
acidez de la vagina evita que
las bacterias crezcan y ayuda a
mantener el número de
bacterias protectoras.
14. Una manera que tiene el organismo de defenderse contra
las infecciones es el aumento en el número de ciertos tipos
de glóbulos blancos (neutrófilos y monocitos), que se
encargan de fagocitar (ingerir) y destruir los
microorganismos que invaden el cuerpo. Dicho incremento
puede producirse en unas pocas horas, en gran medida por
la liberación de glóbulos blancos desde la médula ósea,
donde se fabrican. El número de neutrófilos en la sangre
aumenta primero. Si la infección persiste, la cantidad de
monocitos aumenta. La sangre lleva los glóbulos blancos
(leucocitos) a la zona de la infección.
El número de eosinófilos, otro tipo de glóbulos blancos
(leucocitos), aumentan de manera característica en las
reacciones alérgicas y en algunas infestaciones parasitarias,
pero habitualmente no lo hacen en las infecciones
bacterianas.
LA SANGRE Sin embargo, ciertas infecciones como la fiebre tifoidea, las
infecciones víricas y las infecciones bacterianas que superan el
sistema inmunitario, pueden producir una disminución en el número
de glóbulos blancos (leucocitos).