Un sistema de tiempo real es necesario cuando los requisitos de tiempo para procesar datos o controlar un dispositivo son estrictos. Existen dos tipos principales: los sistemas de tiempo real duro garantizan que las tareas críticas se completen a tiempo con recursos limitados, mientras que los sistemas de tiempo real blando otorgan prioridad temporal a ciertas tareas pero permiten otras funciones del sistema. Ambos tipos son comunes en aplicaciones de control industrial, medicina y ciencia.