Este documento define el software libre como aquel que otorga a los usuarios cuatro libertades fundamentales: 1) la libertad de ejecutar el programa con cualquier propósito, 2) la libertad de estudiar el código fuente y adaptarlo a sus necesidades, 3) la libertad de redistribuir copias para ayudar a otros, y 4) la libertad de mejorar el programa y publicar mejoras para beneficiar a toda la comunidad. Para que un software sea considerado libre, debe garantizar estas cuatro libertades de forma irrevocable a los usuarios.