El artículo revela que el 90% de las piedras de Stonehenge fueron colocadas en sucesivas "restauraciones" a partir de 1898 como parte de un gran engaño orquestado por William Gowland y otros. Gowland y sus amigos tramaron un plan secreto para convertir Stonehenge en un foco de atracción basada en la cultura druida, añadiendo docenas de piedras falsas en 1901 y años posteriores. La investigación del arqueólogo Mike Parker Pearson proporciona pruebas documentales y fotográficas de que Stonehenge