El documento describe los sueños como un tesoro que proviene tanto de Dios como del diablo y que pueden dar vida o quitarla. El autor dice que sus propios sueños están hechos de plumas de ángeles, luz de la mañana, la mirada y la sonrisa de su amada, y detalles de su piel y manos. El desea soñar eternamente con su amor como un sueño vivo e inmortal.