El documento resume brevemente los teñidos en el Antiguo Egipto, donde se utilizaban principalmente pigmentos vegetales como el ocre rojizo de las hojas de alheña para teñir la piel, uñas y cabello. También se teñían curtidos con colores rojo, amarillo, verde, azul o negro usando fuentes como las flores de la fucsia para el rojo y la corteza de granada para el amarillo, así como minerales como la azurita y la malaquita para los otros colores.