2. Tras los primeros dos años
de vida, cuando los niños
empiezan a desarrollar cada
día más habilidades como
lavarse las manos, no usar
pañales o ir al baño y
bañarse solos, es el
momento de vigilar sus
hábitos de higiene. Esta es
una etapa muy importante
tanto para los niños como
para niñas, que exige aún
más vigilancia y atención
por parte de los padres para
evitar que los niños sufran
algún accidente o
contraigan alguna dolencia
por la falta de higiene.
3. Los niños y las niñas no usan
el baño de la misma forma.
Las niñas orinan y evacuan
sentadas. En esta posición es
más difícil que se manchen o
se mojen con la orina. En todo
caso, es normal que algunas
niñas intenten imitar a su
padre o a sus hermanos y
prueben orinar de pie. En este
caso, lo mejor es explicarles
que las niñas estarán más
cómodas si se orinan
sentadas y que de pie podrán
mancharse más fácilmente
con la orina.
4. Es importante además
que los padres enseñen
a la niña a limpiarse de
forma adecuada.
Siempre por detrás y de
adelante hacia atrás,
para evitar que las
bacterias del recto
infecten a la vulva y a la
vagina, y acabe
causando alguna
infección.
5. Si los padres notan
que la niña orina más
veces de lo normal o
se queja de dolor o
ardor cuando orina,
lo mejor es que
consulten con el
pediatra de la niña.
Puede ser una señal
de que la niña tenga
un infección urinaria.
6. Por los 3 o 4 años de edad, es muy normal
que las niñas empiecen a explorar y a
conocer su cuerpo y sus partes íntimas. En
este caso, es muy recomendable que los
padres vigilen a su hija por si ella intenta
introducir objetos como lápices o algún
juguete por la vagina. Puede producirle
irritación e inflamación.
7. El baño de las niñas debe empezar
de arriba abajo, es decir, desde la
cabeza a los pies. Es conveniente,
especialmente hasta los 5 o 6
años que los padres ayuden a la
niña a lavarse la cabeza, y le
enseñen a cómo utilizar el gel de
baño o jabón, con o sin esponja.
Hay que enseñarle a hacer un
especial limpieza de las rodillas,
axilas, cuello y pies. En cuanto a
las partes íntimas, no existe la
necesidad de abrir los labios de la
vulva de la niña para limpiarle el
interior.