El documento describe las principales actividades del sector primario en la Unión Europea, incluyendo la agricultura (muy mecanizada y productiva), la ganadería (productiva en granjas especializadas), la pesca (países pesqueros principales son España, Irlanda, Gran Bretaña, Francia, Noruega, Islandia y Dinamarca), la explotación forestal y la minería. También define el sector secundario como aquellas actividades dedicadas a transformar las materias primas en productos elaborados.