La textura musical se refiere a cómo se disponen y relacionan las diferentes melodías o líneas melódicas en una composición. Existen cuatro tipos de textura: monodia (una sola línea melódica), monodia acompañada, homofonía (líneas melódicas iguales que avanzan juntas en bloque), y contrapunto o polifonía (dos o más líneas melódicas independientes que a veces se responden o imitan).