El documento es una reflexión sobre el amor de una madre hacia sus hijos. Explica que el amor de una madre se demuestra a través de decir que no cuando es necesario para proteger a los hijos, aunque eso signifique que los hijos se enojen. También señala que gracias a la disciplina y guía de su madre estricta, el autor pudo evitar problemas como drogas y terminó siendo un adulto responsable. Concluye diciendo que el mundo necesita más madres estrictas como la suya.
Hay muchas cosas que como hijos no entendemos, logramos hacerlos hasta que estamos en la posicions de ellos.
FELICIDADES PAPÁS!!!!!!HOY Y TODOS LOS DIAS....POR ESA GRAN ENSEÑANZA
Ponencia en I SEMINARIO SOBRE LA APLICABILIDAD DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA. 3 de junio de 2024. Facultad de Estudios Sociales y Trabajo, Universidad de Málaga.
Presentación de la conferencia sobre la basílica de San Pedro en el Vaticano realizada en el Ateneo Cultural y Mercantil de Onda el jueves 2 de mayo de 2024.
Documento sobre las diferentes fuentes que han servido para transmitir la cultura griega, y que supone la primera parte del tema 4 de "Descubriendo nuestras raíces clásicas", optativa de bachillerato en la Comunitat Valenciana.
Durante el período citado se sucedieron tres presidencias radicales a cargo de Hipólito Yrigoyen (1916-1922),
Marcelo T. de Alvear (1922-1928) y la segunda presidencia de Yrigoyen, a partir de 1928 la cual fue
interrumpida por el golpe de estado de 1930. Entre 1916 y 1922, el primer gobierno radical enfrentó el
desafío que significaba gobernar respetando las reglas del juego democrático e impulsando, al mismo
tiempo, las medidas que aseguraran la concreción de los intereses de los diferentes grupos sociales que
habían apoyado al radicalismo.
6. Algún día cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, les diré: Te amé lo suficiente para preguntarte a donde ibas, con quién y a qué hora regresarías a casa.
7. Te amé lo suficiente para insistir que ahorraras tu dinero para comprarte una bicicleta aunque nosotros, tus padres, pudiéramos comprártela.
8. Te amé lo suficiente para callarme y dejarte descubrir, que tu nuevo mejor amigo era un patán. Te amé lo suficiente para fastidiarte y estar encima de ti durante dos horas mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiera tomado a mí solo quince minutos. Te amé lo suficiente como para dejarte ver mi ira, desilusión y lágrimas, pues los niños deben entender que los padres no somos perfectos.
9. Te amé lo suficiente como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos a veces fueran tan fuertes que rompían mi corazón. Pero sobre todo, te amé lo suficiente como para decir NO, cuando sabía que me ibas a odiar por ello. Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero hoy estoy contenta porque las gané, porque al final también las ganaste tú. Y algún día cuando tus hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres tu les dirás:
10. ¿Tu mamá es mala? Yo sé que la mía ¡sí lo era! ¡Era la mamá más mal a que había en todo el mundo! Cuando otros niños desayunaban caramelos, ella nos hacia comer cereal, huevos, leche y tostadas; Cuando otros niños almorzaban con gaseosa y galletas, teníamos que comer carne y ensalada y puedes estar seguro que también nos hacía cenas diferentes a las de otros niños.
11. Mi mamá insistía en saber dónde estábamos todo el tiempo, - cual convictos en prisión-. Ella tenía que saber quienes eran nuestros amigos y lo que hacíamos con ellos. Nos da pena admitirlo, pero ella rompió con las leyes del trabajo a menores, ya que teníamos que lavar los platos, ayudar a sacar la basura, darle de comer al perro, bañarlo y sacarlo a pasear, arreglar nuestro cuarto y toda clase de trabajos forzados similares a estos.
12. E ll a insistía en que dijéramos la verdad y nada más que la verdad. Cuando llegamos a la pubertad, ¡te juro que ella podía leer nuestras mentes!. Era desesperante vivir con ella: Estaba pendiente de que nos cepilláramos los dientes, que nos bañáramos, que estudiáramos, ¡ya hiciste las tareas? ¡uf qué fastidio! A veces hasta pensé en irme de la casa? Por nuestra mamá nos perdimos de muchas experiencias de otros niños .