El documento describe la evolución del mono al hombre. El mono antropomorfo del que desciende el hombre adoptó gradualmente una posición erecta y desarrolló la capacidad del habla para comunicarse. La mano también evolucionó a través del trabajo, volviéndose más importante y capaz de tareas más complejas, lo que fue transmitido genéticamente. El trabajo transformó y ayudó en la evolución del hombre.