El documento discute la violencia en los videojuegos y las recomendaciones para los padres. Sugieren que los padres controlen el tiempo que los niños pasan jugando y hablen con ellos si muestran signos de violencia. También explica que los videojuegos son aplicaciones interactivas diseñadas para entretener a través de simulaciones, y que aunque algunos pueden confundir la realidad con la ficción, su propósito principal es el entretenimiento.