El documento describe los cambios al modelo educativo mexicano, incluyendo la división de los campos de formación académica, el desarrollo personal y social, y la autonomía curricular. Explica que los resultados de la evaluación se expresan en niveles de desempeño que pueden asociarse a valores numéricos de 5 a 10, y que la autonomía curricular permite a las escuelas seleccionar ámbitos a impartir con base a un índice de madurez organizacional.