El documento describe la evolución del turismo litoral desde el siglo XVIII hasta la actualidad. En un principio, el baño en el mar se recomendaba como práctica curativa para la aristocracia en las playas frías y templadas de Europa. A mediados del siglo XIX, la alta burguesía comenzó a viajar al Mediterráneo. Con la revolución industrial y el desarrollo del ferrocarril surgió el turismo de fin de semana en centros costeros. Desde 1960, con la aviación comercial y los touroperadores,