Este documento discute tres desigualdades en el actual sistema electoral boliviano. Primero, la asignación de escaños por departamentos viola el principio de "un ciudadano, un voto". Segundo, las circunscripciones indígenas establecen ciudadanos de dos tipos. Tercero, el área rural tiene mayor representación parlamentaria que el urbano a pesar de que el 67.3% de la población vive en áreas urbanas. El autor apoya la acción de inconstitucionalidad presentada por una senadora que impugna la ley electoral